La Junta Directiva del Colegio de Madrid no debe dimitir porque no es responsable de los “trapicheos” de la presidenta

En la asamblea de presupuestos de 2014 hubo una petición fuerte de dimisión a todos los miembros de la Junta Directiva, los gritos de “¡dimisión, dimisión!” fueron atronadores. Sorpresivamente la “satisfacción” de la presidenta parecía crecer con cada uno de ellos.

Las motivaciones de la forma de actuar de la presidenta son desconocidos, pero imaginables. El poder y el dinero son dos de los grandes objetivos de muchas personas, y quizá sea esta la principal motivación para querer unas nuevas elecciones porque ahora que ninguno tiene tarjeta de crédito corporativa, ella no tiene el dinero del colegio y por otro lado tiene las manos atadas para actuar porque ha conseguido que el resto de miembros de “su” equipo no se fíe de ella.

Unas nuevas elecciones serían “traumáticas” en un momento tan grave como el actual, un colegio como el de Madrid tan dividido necesita primero recuperar un poco de tranquilidad antes de afrontarlas. Algunos de los interesados en llegar a formar parte del nuevo equipo no están teniendo ningún reparo en judicializar la actuación del Colegio para salirse con la suya, demostrando que no solo no aceptan que no ganaron las elecciones, sino que están dispuestos a llegar “a donde sea” para tener otra oportunidad.

La Junta Directiva está dividida en dos, una que quiere trabajar por los médicos y la otra, solo formada por la presidenta, que quiere unas nuevas elecciones. Ella trabaja para unas nuevas elecciones con el deseo de que al Colegio lleguen los Sánchez Chillón, Asun Rosado, Carlos Amaya, Antonio Mora, etc, justo los que médicos y compromisarios no han querido que estén.

La modificación estatutaria en Madrid es un hecho
Los compromisarios del Colegio de Médicos de Madrid han hablado bastante claro por segunda vez y la modificación estatutaria que propuso la Junta Directiva es efectiva definitivamente.

La modificación se votó el 4 de octubre, pero un grupo, encabezado por la propia presidenta, ha intentado durante estos meses “doblegar” la voluntad de la asamblea de compromisarios e imponer sus propios criterios personales.

La idea de la modificación estatutaria la trajo López Arribas en su campaña electoral para “independizar” el Colegio de intereses externos, como también trajo la figura del “Defensor del Médico” o la “potenciación de la cualificación de peritos”.

Los cambios más importantes que se han realizado son dos:

Sin promoción de productos o empresas
El Colegio, por su naturaleza de Corporación de Derecho Público, en ningún caso podrá promover, crear, constituir y/o recomendar ni por sí, ni directa o indirectamente, por medio de personas físicas y/o jurídicas interpuestas o no, ni por parte de los miembros del Pleno o de la Junta Directiva, ningún producto bancario, de seguros, banco, compañía aseguradora, correduría, agencia o mutualidades, agencias de viajes, empresas de ocio y/o tiempo libre, etc., ni los productos correspondientes.
Igualmente, el Colegio y las personas designadas en el párrafo anterior se abstendrán de cualquier actuación o intervención –consideradas en el más amplio sentido- en el mercado, entendiéndose por tales la creación, difusión, indicación, comercialización, recomendación, mediación, etc. de bienes o servicios cualquiera que sea su denominación o naturaleza.

Con este apartado el Colegio solo se sostendrá con las cuotas de sus colegiados y no podrán promover ningún producto o marca, ni directa ni indirectamente, ni tampoco hacer regalos porque la donación también pude ser un contrato.

Independencia de la figura del presidente
El cargo de Presidente del Colegio tendrá una duración máxima de dos mandatos consecutivos, no pudiéndose presentar a la reelección tras los mismos. Asímismo el cargo de Tesorero no podrá ser ocupado por la misma persona más de un mandato.

Además, con el cambio del artículo 19 la legislatura no se acaba si el presidente cesa por cualquier motivo, de manera que la Junta Directiva no está supeditada a la presión de un presidente que vaya en contra del resto del equipo como sucede ahora. Es una cláusula de confiere un valor mayor al equipo directivo que el que antes tenía.
..Alfonso González

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