La moción de censura de López Arribas y Chillón en vía muerta

La automoción de censura que está promoviendo Sonia López Arribas contra sí misma está mostrando el despropósito legal en el que se mueve. Los que la están ayudando a promover esta llamada “Operación Sonia” son conscientes que los estatutos tienen una normativa estricta y lo que están buscando es cómo saltárselos, como conseguir actuar bajo otras normas.

Los estatutos exponen claramente los cauces para presentar una moción de censura. Solo se puede reunir con carácter extraordinario a instancia del Pleno de la Junta Directiva, de un tercio de los compromisarios o de un 10% de la colegiación, y para la aprobación de la moción de censura se requieren dos tercios del total de los compromisarios, y además, propuesta por un tercio de los compromisarios. Por otro lado no podrá ser votada hasta que transcurran quince días desde su presentación.

Las manifestaciones de López Arribas dando validez a la moción si apoyan solo dos tercios de los presentes es, de nuevo, saltarse los estatutos, otra muestra más de que a ella no le importan ni los estatutos, ni los compromisarios, ni el Colegio. Ella quiere sus propios estatutos, y lo que propone sería como aceptar una moción de censura de tres colegiados en una asamblea formada por cinco.

Tampoco la OMC puede inmiscuirse, aunque lo eleve la presidenta, otra muestra de desconocimiento y falta de rigor. Los estatutos marcan claramente el principio de territorialidad del Colegio, sería lo mismo que elevarlo al Tribunal de la Rota.

La moción de censura no llegará a votarse en la asamblea del viernes, por muchas ganas que tenga la presidenta
..Alfonso González

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