Se desarrollan dispositivos de bajo coste para capturar imágenes de alta calidad de la parte frontal y posterior del ojo

Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford han desarrollado dos adaptadores de bajo coste que permiten capturar imágenes de alta calidad de la parte frontal y posterior del ojo con un smartphone.

Los adaptadores hacen que se trate de una tarea fácil para cualquier persona con un mínimo de entrenamiento, y además ofrece compartir de forma segura con otros profesionales de la salud dichas imágenes, así como guardarla en el expediente electrónico del paciente.

“Tomar una fotografía de la retina es difícil porque es necesario enfocar la luz a través de la pupila para llegar dentro del ojo”. No obstante, los científicos explican que los adaptadores incluyen los elementos de la lente y la iluminación construidos de piezas baratas como tapas de plástico, separadores de plástico, LEDs, interruptores, soportes universales, macrolentes e incluso un puñado de legos, para que se acoplen en el funcionamiento del teléfono de una “manera eficiente”.

Para optimizar la visión de la pupila dilatada se utilizó la teoría de la óptica y se determinó la distancia de trabajo y las condiciones de iluminación perfectas para un simple adaptador que conecta una lente convencional a un teléfono. Por otro lado, se construyeron modelos por ordenador de estos prototipos “atornillados y pegados” para producir versiones impresas en 3D, y se dispararon cientos de fotos con varias interacciones del adaptador hasta regularlas correctamente.

Los investigadores apuntan que se trata de una oportunidad para mejorar el acceso a los servicios de atención de la vista, y mejorar la capacidad de asesorar en la atención al paciente de forma remota.

Actualmente el equipamiento que se utiliza para fotografiar el ojo es caro, y los autores de estos adaptadores recuerdan que podría suponer hasta “un coste de decenas de miles de dólares”. Además requieren de una amplia formación para poder ser utilizados correctamente, y médicos de atención primaria, personal de servicio de urgencias y demás profesionales no especializados en oftalmología desconocen, y el acceso a estos equipamientos es limitado en zonas rurales o en vías de desarrollo.

Los científicos explican, “una imagen vale más que mil palabras”, y añaden “imagine una víctima de accidente de coche que llega al servicio de urgencias con una lesión en el ojo que resulta en un hifema. Normalmente el médico tendría que describir este hallazgo en su registro electrónico con palabras, y hoy en día no es suficiente”. Explican que el dispositivo smartphone está lo suficientemente cualificado para complementar esas palabras con una foto de alta resolución, y además la capacidad de transferencia de datos para subir esas imágenes a la historia clínica en cuestión de segundos es posible.

El autor principal de los dispositivos indica que el campo de la oftalmología está altamente orientado a la fotografía. “Con las cámaras de teléfonos ahora en todas partes, y un pequeño anexo de bajo costo que ayuda a que el personal auxiliar de atención médica pueda tomar una imagen necesaria supone un gran avance en la barrera de la tele-oftalmología”, y además se ha conseguido reducir significativamente el coste siendo el coste de producción de cada tipo de adaptador “a menos de 90 dólares, pero el objetivo es que sea aún menor en el futuro”.
..Débora Rey

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