La mejoría de Michael Schumacher refuerza la labor de los cirujanos

“El heptacampeón del mundo de F1, Michael Schumacher, se encuentra en estado crítico después de sufrir un fuerte accidente de esquí este domingo (29 de diciembre) en los Alpes franceses”, así daban la noticia los medios de comunicación el pasado 30 de diciembre…cerca ya de cumplirse los cuatro meses del fatal accidente, en los medios puede leerse “Michael Schumacher despierta”, o “el estado de Michael Schumacher mejora”.

En estos más de 90 días desde que se produjera el accidente en la estación alpina de esquí de Méribel, y su inmediato ingreso en el hospital de Grenoble, muchos son los partes médicos e informaciones que por parte de la familia y representante se han ido dando sobre su estado de salud, y que a día de hoy dejan un hecho evidente, y es que un deportista de élite que está acostumbrado a grandes esfuerzos físicos, es más probable que pueda salir de una situación de esta envergadura, incluso sin secuelas.

Como consecuencia del golpe en la parte derecha de la cabeza, con heridas en el cuello y zona occipital, Schumacher presentó un traumatismo craneoencefálico que le causó hematomas intracraneales y un edema cerebral difuso. Fue sometido a dos intervenciones de neurocirugía, siendo la segunda en la que se drenó el hematoma situado en el área izquierda del cerebro y se le instaló un dispositivo para disminuir la presión intracraneal. Y es que desde que se produjo el accidente, el enemigo número uno del piloto alemán al que se tuvo que enfrentar han sido esas dos palabras, presión intracraneal.

Gary Harstein, Jefe médico de la Fórmula 1 desde 1997 hasta el año pasado, opina que “la presión elevada es mala porque actúa para comprimir los vasos sanguíneos que nutren el cerebro. Además, el cerebro se mantiene en su lugar en el cráneo por lazos difíciles entre los hemisferios y entre el cerebro y el cerebelo. Cuando la presión es demasiado alta, el cerebro puede deslizarse por debajo de una u otra de estas partes, con consecuencias catastróficas”.

La presión intracraneal, por decirlo de alguna manera es la “carta de presentación” en accidentes con traumatismos craneoencefálicos graves que causan hematomas intracraneales y edemas. Para Harstein, “cualquier adición extra, como un coágulo de sangre, no ocupa más espacio, sino que aumenta la presión. El tratamiento es obvio: extraer el coágulo”.

Tras descartarse una tercera intervención, la opción por la que se decantaron los médicos cirujanos del hospital de Grenoble fue la de optimizar el flujo hacia el cerebro, para ello, tal y como explica Harstein, el cerebro “necesita ser bombeado correctamente con sangre que contenga la cantidad adecuada de oxígeno y glucosa para mantener el metabolismo celular saludable con el paciente profundamente sedado”.

El pasado 4 de abril el piloto alemán mostraba los primeros signos de consciencia desde que sufriera el accidente a finales del año pasado, “muestra momentos de consciencia y de despertar” afirmaba la representante del deportista, Sabine Kehm, un “despertar” que se produce por vez primera desde que se produjo el accidente. Esta declaración por parte del representante anulaba por completo a las especulaciones más que informaciones periodísticas en las que se decía que Michael Schumacher se encontraba en estado vegetativo. Aunque el pronóstico es incierto, estas son señales esperanzadoras e inequívocas de una posible recuperación.

En la historia reciente se pueden encontrar ejemplos de deportistas que lograron salir del coma, algunos de ellos volvieron incluso a retomar la práctica de su deporte. Kevin Pearce es un snowboarder que mientras se entrenaba para los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, sufrió un accidente que lo dejó en coma. Volvería a montarse en una tabla de snow tras despertar del coma y dos años de rehabilitación.

Mat ‘El Condor’ Hoffman, considerado una leyenda del BMX, sufrió un accidente mientras grababa para la MTV en 1993. A los tres días despertó del coma y tras el accidente siguió montando BMX y presentó programas televisivos sobre deportes urbanos.

Otro caso y si cabe más dramático ya que fue atropellado mientras entrenaba montando en bicicleta fue el Ken McDonnell, un triatleta de Massachusetts. La gravedad de los golpes en la cabeza hizo que estuviera en coma. A las cinco semanas despertó y apenas seis meses después retomó sus entrenamientos de triatlón.
..Emilio Ramírez

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