El efecto de las Mareas Blancas de pacientes y profesionales, si de algo puede presumir, es que son colectivos que hasta ahora han ido de la mano para defender y demandar un sistema público de gestión para la sanidad contra los intentos de su privatización. No se puede llevar a engaño la idea de que en la sociedad española son más los que piensan en los beneficios que reporta la gestión pública de un servicio tan esencial, como es la sanidad.
La política que desde un tiempo los gobiernos autonómicos están llevando a cabo con la intención de desarmar el sistema nacional de salud para transformarlo en un sistema privado donde la política y los intereses económicos pesen más que la sanidad tuvo respuesta en la ciudadanía a través de dos actores fundamentales: pacientes y profesionales.
Madrid, por decirlo de alguna manera, ha sido la ciudad pionera en la que la Marea Blanca comenzó a dar sus primeros pasos reivindicativos, pasos que siguieron, siguen y seguirán otras ciudades españoles. La conciencia y presión social, y como apoyo más decisorio, la coyuntura electoral, son los que guían esos pasos reivindicativos.
A día de hoy, no parece que haya argumentos en forma de beneficios económicos y de gestión que aporten el hecho de privatizar la sanidad, y es que como apunta el presidente de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), Pedro González, el comité de expertos designado “ad hoc” por la Comisión Europea para analizar estos procesos privatizadores “no encuentran beneficios económicos y de gestión en ellos”.
Esta idea, cada vez con más calado en las Mareas Blancas, ha hecho que se paralicen los procesos privatizadores en las comunidades de Madrid, Castilla La Mancha y los previstos en Murcia, y que por ejemplo el Colegio de Médicos de Las Palmas, presidido por el Dr. Pedro Cabrera, premie a la Marea Blanca por su esfuerzo en defensa de la Sanidad Pública.
Mal asunto cuando al paciente se le compara con un cliente, y mucho peor aun cuando se tiene una visión mercantilista de la sanidad, algo que se aparta y distorsiona bastante con la humanidad como carta de presentación que debe tener la medicina. Para que eso no ocurra, desde la AFEM se apunta que el próximo objetivo de la Marea Blanca debe residir en contribuir a una reforma del sistema sanitario público y universal de España.
..Emilio Ramirez
