Los datos de la sanidad de Estados Unidos reflejan que lo privado no es sinónimo de éxito

Los números no engañan, o al menos eso se dice, sin embargo a veces no se corresponden con la “realidad” que representan. Estados Unidos es el país con mayor coste sanitario sobre el PIB (en 2013 ascendía al 17,7% del PIB), una cifra que es casi el doble del coste sanitario de los 34 países (exceptuando a Estados Unidos) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que se sitúa en el 9,3%.

Aparentemente, sin tener que recurrir a fórmulas o silogismos enrevesados, ese gasto tan grande de EEUU en sanidad puede tener una explicación sencilla, y es que el nivel de medicina que tiene es muy superior al resto de países, lo que implica sí o sí un mayor coste extra y por ende redunda en una mejor calidad de salud en sus ciudadanos…sin embargo esto parece que no es así.

Si se atiende a uno de los criterios y datos más relevantes en cuanto a indicadores de salud para calibrar la calidad de la sanidad de un país como es la esperanza de vida, ese gasto enorme en sanidad de EEUU se “cae por los suelos”, y es que no existe una correspondencia exacta entre gasto sanitario y nivel de medicina con la esperanza de vida norteamericana (ocupa la posición 25, muy por debajo de España que ocupa el lugar 13 con una esperanza de 82,4 años de vida).

Es obvio que recurrir a un solo dato para medir la calidad de la sanidad de un país no es suficiente, es demasiado generalista. Por eso es necesario acudir a datos más específicos, como por ejemplo los siguientes:

  •  La tasa de supervivencia del cáncer de mama a los cinco años en EEUU es del 89%, frente al 84% de media de los países del OCDE.
  • La tasa de supervivencia del cáncer de cuello uterino a los cinco años en EEUU es del 64% frente al 66% de media de los países del OCDE.
  • La mortalidad por asma entre pacientes de entre 5 y 39 años por cada 100.000 personas en EEUU es del 0,40% frente al 0,09% de la media de los países de la OCDE.
  • La amputación de extremidades inferiores por diabetes por cada 100.000 personas en EEUU es del 32,9% frente al 9,9% de la media de los países de la OCDE.

Estos son ejemplos negativos para EEUU, sin embargo los hay positivos:

  • La tasa de mortalidad tras 100 días de hospitalización por cada 100 pacientes en infarto agudo de miocardio en EEUU es del 4,3% frente al 4,6% de media de los países de la OCDE).
  • La tasa de mortalidad tras 100 días de hospitalización por cada 100 pacientes en accidente cerebro vascular isquémico en EEUU es del 3,0% frente al 4,9% de media de los países de la OCDE.
  • La tasa de mortalidad tras 100 días de hospitalización por cada 100 pacientes en accidente cerebro vascular hemorrágico en EEUU es del 21,0% frente al 19% de media de los países de la OCDE.

El gasto sanitario de un país también implica explicarlo en el contexto de qué hábitos o modos de vida tienen sus ciudadanos, y es que el gasto sanitario de un país se puede elevar por unos hábitos o modos de vida menos saludables que tengan sus habitantes en relación a los de otros países.

En EEUU se da una dicotomía curiosa, y es que es el país de la OCDE con más obesidad en la población (33,8%), frente al 3,2% de Japón que es el que menos tiene, y sin embargo en consumo de tabaco no está en tasas superiores a otros países, al contrario, presenta de las más bajas.

Ante todos estos datos la pregunta del millón: ¿Por qué el coste de la sanidad en EEUU es tan elevado? La respuesta se puede encontrar en los precios, y es que lo que cuestan los mismos medicamentos y servicios médicos en EEUU son más elevados que en el resto de países. Por ejemplo el Nexium, que está indicado para tratar el reflujo gastroesofásico, en EEEUU cuesta 215$, frente a los 58$ que vale en España o 23$ en Holanda.

Este desfase de precios en medicamentos iguales y con los mismos efectos terapeúticos, según un análisis realizado por Gerard Anderson del ISM Health sobre las 30 medicinas más prescritas, encontró que éstas eran en EEUU entre un tercio y el doble de cara que el resto de países de la OCDE.

Desfase en medicamentos y también en el coste de pruebas diagnósticas. Hacer una tomografía en EEUU tiene un coste de 896$, 10 veces más que el coste que tiene en España (94$). Si se tiene en cuenta que las máquinas en las que se realizan las pruebas son las mismas que en todos los países, un sector dominado por tres o cuatro compañías, entre ellas la norteamericana General Electric o la europea Philips, la diferencia se podría explicar por el coste del radiólogo y el TER que acomoda al paciente, pero aun así resulta difícil explicar esa diferencia de dinero entre un país y otro.

Una prueba diagnóstica más compleja como el bypass coronario en el que hay un mayor riesgo de vida en el paciente, en EEUU su coste es de 75.345$, mientras que en España es de 16.247$. El coste de una noche en el hospital en EEUU es de 4.293$, 10 veces más que en España (481$) y cirugías más sencillas como una prótesis de cadera, en EEUU cuesta 11.806$, mientras que en España solamente 3.177$. Tras ver estos precios, la respuesta ante la pregunta de ¿Por qué es necesario hacerse un seguro médico en EEUU?, se responde por sí sola.

No hace falta ser un gurú y un especialista en la materia para poder afirmar que el sistema sanitario en EEUU es más caro por una cuestión más que de precios, por sobreprecios. No todos las personas pueden y podrán hacer frente a los gastos sanitarios. Una encuesta realizada en 2007 reflejó como en cinco estados del país el 62% de las bancarrotas personales se produjeron por no poder hacer frente a los costes sanitarios en personas que no tenía un seguro o tenían un seguro con una cobertura insuficiente. O un dato más hiriente, en 2010 en plena crisis económica, se estimaba que en EEUU al menos cuatro de cada 10 adultos estaban infra asegurados (cerca de 80 millones de personas).

EEUU, por decirlo de una manera, es el abanderado de la sanidad privada en los países miembros de la OCDE, frente al resto de países en los que prevalece y se pondera el concepto de salud pública universal con sistemas sanitarios públicos sanitarios de calidad.

No es de extrañar que desde Europa se piense que en EEUU no existe sanidad pública, pero eso no es así, lo que no existe es una sanidad pública universal. Algunos grupos sociales sí tienen un seguro médico que se financia con ayudas del Estado; al final de la I Guerra Mundial, el Gobierno creó un sistema sanitario para los veteranos y en 1965 fundó Medicaid y Medicare, que son los sistemas sanitarios para los pobres y para los jubilados.

Actualmente alrededor de 32 millones de estadounidenses no tienen seguro médico, y solamente 6 millones están cubiertos por un seguro médico. Ahora con el ObamaCare, ese concepto tan estricto de privacidad que la sanidad tiene en EEUU puede verse más suavizada, y es que aunque la sanidad seguirá siendo de pago, los pacientes inscritos en el Obamacare podrán obtener tarifas de hasta un 53% más económica que las actuales.

Parafraseando a una película norteamericana protagonizada por Sylvester Stallone y Donald Sutherland, éste le decía al primero: “O se integra en el sistema, o el sistema acabará con usted”… con la sanidad en Estados Unidos se puede decir que pasa lo mismo. A ver qué pasa con el Obamacare y acaba por integrar a todos.
..Emilio Ramirez

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