Si se le estudia, se le observa, a veces se le opera o se le pone un tratamiento es que es un paciente. Un importante grupo de médicos y enfermeros de la sanidad pública madrileña se han dado cita el fin de semana en la Maternidad de O’Donnell para exigir que el feto sea considerado un paciente “al que hay que proteger y respetar”, sosteniendo que “el aborto no es un acto médico”, por lo que no debería realizarse en centros públicos.
En el manifiesto del colectivo Batas Blancas se indica que “la vocación del profesional sanitario supone, ante todo, el deber de sanar y defender la vida humana, aliviar el dolor, consolar y acompañar, según señala nuestro juramento hipocrático. Nuestro código deontológico señala en el art. 51.1: ‘El ser humano es un fin en sí mismo en todas las fases del ciclo biológico, desde la concepción hasta la muerte. El médico está obligado en cualquiera de sus actuaciones, a salvaguardar la dignidad e integridad de las personas bajo sus cuidados'”.
Por otro lado, los congregados han insistido en la necesidad de atender los últimos avances científicos, que “permiten conocer con mucha más precisión que hace años las características y acciones humanas del feto en el proceso de gestación”. En el manifiesto que han leído durante la concentración han dejado en evidencia que “los avances científicos permiten definir al ‘nasciturus’ como un ser humano y no como un mero “ser vivo”, algo que no se sostiene desde el más básico conocimiento médico”.
..Alfonso González
