¿Es correcto que las farmacéuticas paguen a los médicos?

La industria farmacéutica se trata de un sector empresarial dedicado a la fabricación, preparación y comercialización de productos químicos medicinales para el tratamiento y prevención de las enfermedades. No obstante, ¿es el intercambio de productos, bienes o servicios a cambio de la receta de medicamentos un vacío que podría identificarse como soborno?. En la década de los 90 se marcó la edad de oro de las empresas farmacéuticas, quienes a través de representantes de ventas que actuaban como intermediarios, regalaban muestras de sus productos y llevaban a la práctica una gran variedad de tácticas de ventas que se generalizó a nivel mundial.

Los servicios médicos son necesarios para todos, pero el negocio de la salud debería tener como objetivo el beneficio primiordial del paciente. Según informaciones de la BBC, durante una sesión del Senado estadounidense liderada por el senador demócrata Edward Kennedy en 1974, décadas anteriores al significativo crecimiento de la industria farmacéutica, se puso en evidencia una cultura generalizada, donde se expresaba que “un médico podría acumular puntos con la cantidad de recetas que hace, que más tarde puede cambiar por una gran variedad de productos como televisores a color, relojes, hornos microondas, corta césped o palos de golf”.

Según la BBC, un representante de la empresa Pfizer recuerda que “hacíamos todo tipo de cosas en la industria” porque “las legilsaciones no nos habían alcanzado”. Así, indica que unas de las estrategias favoritas era la entrega de comida, bebida, cupones para almuerzos, entrega de bolígrafos, botellas de vino e incluso becas educativas sin restricciones.

Esta práctica ha sido regulada con el tiempo. No obstante, según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard en 2009, el 84% de los médicos tenía relación con la industria, y miembros investigadores de medicina de Harvard han afirmado actualmente que “esas relaciones han derivado en comportamientos ilegales”, ya que “las principales farmacéuticas han llegado a acuerdos con el Departamento de Justicia de decenas de miles de millones de dólares sobre presunto mercadeo fraudulento de fármacos, a veces a través de pagos a médicos”.

En este sentido, muchas estrategias comerciales se apoyan en el “gran valor” que aportan a los médicos, “informándoles de sus productos“, mientras se incentiva el desarrollo e investigación de nuevos tratamientos y medicamentos mejores.

Por otro lado, sin tener en cuenta la manera en la que los pagos distorsionan las tomas de decisiones, un profesor de medicina de Harvard, Tom Stossel, también ha indicado el significativo auge del sistema sanitario a nivel mundial, que define como “incomparablemente mejor que hace 50 años”, gracias a “las herramientas que los médicos han recibido de la industria”.

En referente a la distorsión que se produce en la toma de decisiones de médicos “influenciados” por estrategias de ventas de farmacéuticas, un reciente estudio de 3 economistas estadounidenses, indicó que “un médico que recibe pagos de una farmacéutica es el doble más propenso a prescribir sus productos”. El estudio partió de datos de más de 330.000 profesionales de la salud y 12 compañías de la industria, de los cuales el 58% de los que recibieron pagos, recetaron medicamentos en beneficio de la industria. “Recetan más medicamentos, fármacos más caros, de marca y no genéricos, y son menos propensos a seguir las indicaciones basadas en la evidencia médica de los productos”.

En este sentido, los investigadores de Harvard lo tienen claro, “la razón por la que hay un mercadeo tan agresivo es que la mayoría de estas nuevas medicinas son bastantes similares a las que ya existen en el mercado”.
..Débora Rey

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