“El enfermero no es el médico”

La Legislatura del Estado de Nueva York ha aprobado recientemente una ley que entrará en vigor el año próximo, la cual garantiza el derecho del personal de enfermería a ejercer en atención primaria sin supervisión médica. Esta decisión está conllevando numerosas opiniones contrarias en debate, y ya un total 16 estados norteamericanos han aceptado dicha concesión, aunque la mayoría continúa por el momento manteniéndose firme en la clara distinción entre el ámbito de “enfermería y medicina”.

El objetivo de dicha ley es el de agilizar los servicios de atención primaria, ya que “no atiende a razones clínicas“. Hace ya 4 años el Instituto de Enfermería pidió que se modificaran las regulaciones que impedían a los enfermeros llevar a cabo este tipo de prácticas y la Asociación Americana de Enfermeros indicó que las legislaciones se basaban en argumentos “jerárquicos innecesarios”.

Según los expertos, esta decisión viene de la “grave situación” a la que se enfrenta el sistema estadounidense sanitario respecto a la escasez de médicos existente en atención primaria. Esto es debido a las reducciones de presupuesto, ya que se trata de la especialidad médica peor pagada y por consiguiente la menos escogida por los estudiantes de medicina y residentes, siendo registrada la elección de esta especialidad en su mínimo histórico actualmente.

Estos datos, según expertos estadounidenses, se suman al aumento de demanda de los servicios de atención primaria por parte de la población, ya que los “baby boomers” están empezando a jubilarse, lo que añade millones de pacientes a la lista de atención primaria. El programa de cobertura de seguridad social del gobierno norteamericano, ‘Medicare’, el cual provee atención médica a todas las personas mayores de 65 años o más jóvenes consideradas discapacitadas, reembolsa actualmente el 85% del salario a los enfermeros de lo que hace a los profesionales médicos de atención primaria. Estos costes implican un ahorro lo suficientemente significativo para llevar a cabo una reforma legislativa de esta magnitud.

Como contraste a los datos de rentabilidad, los expertos han indicado que este “ahorro en costes” puede verse contrarrestado con los gastos que ocasiona el personal de enfermería. Al no contar con los conocimientos y destreza con la que cuenta el profesional médico, se solicitan excesivas pruebas diagnósticas no fundadas. En este sentido, según un estudio de la revista Práctica Clínica, los pacientes de atención primaria asignados a los profesionales de enfermería se sometieron a muchas más pruebas de ultrasonido, tomografías, resonancias, entre otras, además de incrementar las visitas de especialidad y los ingresos hospitalarios.

La falta de capacitación clínica-médica del personal de enfermería llegaría a “compensar o anular cualquier ahorro de costes conseguido mediante la contratación de profesionales de enfermería en el lugar de los médicos“. No obstante, los cambios legislativos continúan, la inversión en atención primaria continúa decreciendo, las pruebas diagnósticas aumentan y el debate permanece abierto con opiniones contrarias. Los profesionales médicos continúan incidiendo en el hecho de que el ámbito de la medicina, se trate de atención primaria o no, conlleva importante responsabilidad médica, tratándose de un campo que “no debe dejarse a manos del personal de enfermería sin supervisión médica”.
..Débora Rey

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en