Un equipo internacional de investigadores dirigidos por el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Castelldefels ha desarrollado un nano-chip equipado con nano-partículas de oro que permite diagnosticar un cáncer en su estadio más precoz, cuando la enfermedad afecta a pocas células.
El profesor Romain Quidant, coordinador del proyecto, explica que se trata de una plataforma de “lab-on-a-chip” capaz de detectar marcadores de proteínas de cáncer en la sangre empleando los últimos avances en plasmónica, microfluidos, nano-fabricación y química de superficies. El dispositivo, que tiene la capacidad de detectar concentraciones muy bajas de proteínas marcadoras de cáncer en la sangre, permite el diagnóstico de la enfermedad en una etapa precoz, facilitando así el diagnóstico y tratamiento.
Según Quidant, este nano-dispositivo tiene un gran potencial como herramienta para futuros tratamientos de cáncer, no solo por su fiabilidad, sensibilidad y bajo coste, sino también por su fácil portabilidad, y es que permite llevarlo a lugares remotos en los que hay dificultades para acceder a hospitales y clínicas médicas.
Tal y como explica el profesor, en la actualidad la mayoría de los cánceres se detectan a nivel macroscópico, cuando el tumor está compuesto por millones de células de cáncer y la enfermedad comienza a avanzar hacia una fase más madura. Con el nano-chip la detección se puede realizar cuando afecta a pocas células localizables.
Extremadamente compacto, con solamente unos pocos centímetros cuadrados, el dispositivo “lab-on-a-chip” alberga varios sensores distribuidos en una red de micro-canales de fluidos. A través de unas nano-partículas de oro implantadas en la superficie del chip que se programan químicamente con un receptor de anticuerpo, atraen a los marcadores de proteínas que circulan en la sangre.
Para Quidant, “lo más fascinante del descubrimiento que hemos hecho es que somos capaces de detectar concentraciones extremadamente bajas de esta proteína en cuestión de minutos”, algo que confiere a este dispositivo la consideración de ser “una herramienta de última generación, un instrumento ultra-sensible y poderoso que mejorará la detección temprana y el seguimiento del tratamiento del cáncer”.
Hay que destacar que el grupo de investigación que lidera el profesor Quidant no es primerizo en estas lides, y es que en colaboración con varios grupos de oncólogos, en 2009 se unió al esfuerzo internacional dedicado a la detección ultrasensible de marcadores de proteínas situados en la superficie de células cancerígenas y en sangre periférica, que ha permitido demostrar ser un claro indicador de la aparición del cáncer.
..Emilio Ramirez
