Los nuevos fármacos frenan el cáncer renal y multiplica por cuatro la supervivencia de estos pacientes

El cáncer de riñón representa el 3% de todos los tumores, sin embargo con la ayuda de los nuevos fármacos para su tratamiento se ha permitido que en los últimos 40 años se multiplique por cuatro la supervivencia de quienes lo padecen, logrando actualmente una mediana cercana a los 30 meses.

Estos datos los aporta la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que reconoce que la incorporación progresiva de nuevos fármacos permite “cambiar la historia natural” de la enfermedad, un hecho que como recuerdan, hace años los estudios de cirugía aislada solamente lograban medianas de siete meses de supervivencia.

Durante décadas, el tratamiento quirúrgico era el único modo eficaz de poder controlar la evolución y el desenlace fatal de los pacientes; sin embargo, en los últimos años los avances en el conocimiento de la biología molecular del carcinoma de células renales han permitido identificar algunas vías de señalización que pueden jugar un papel relevante en el modo de progresar de estos tumores. En este sentido, se conoce que las vías de regulación de los procesos de angiogénesis están alteradas en la mayoría de los tumores renales de origen familiar y en gran parte de los esporádicos.

Las pruebas que sustentan el uso de terapia anti-VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular) provienen de varias fuentes; así, en los años 90 se describió el papel de la proteína VHL (von Hippel-Lindau) en el control del factor inducible por hipoxia alfa (HIF) en condiciones de normoxia además de la inducción de VEGF, TGF-alfa (factor de crecimiento transformante) y PDGF (factor de crecimiento derivado de plaquetas) por parte del HIF-alfa.

Cuando se produce una mutación o delección del gen de VHL (como sucede en un 70% de los casos de cáncer renal de células claras) se acumula HIF-alfa y en consecuencia son liberados factores proangiogénicos (VEGF), incluso en condiciones de normoxia, además de TGF-alfa y PDGF que estimulan el crecimiento de forma autocrina.

En los últimos años con la aparición de nuevos agentes antiangiogénicos, especialmente los inhibidores multiquinasas, se dirigen planes de acción contra objetivos clave en la génesis y mantenimiento del cáncer renal. Todos estos agentes han sido estudiados en profundidad, demostrando como aportan una importante actividad y beneficio clínico, además de una buena relación eficacia/toxicidad en los pacientes que los reciben.

De este modo, en primera línea aparecen tres opciones terapéuticas que se mantienen como alternativas eficaces en el control de la enfermedad; Sunitinib, pazopanib y la combinación de bevacizumab e interferón. En segunda línea, everolimus y la próxima incorporación de axitinib se postulan como las referencias de tratamiento en este contexto, teniendo en cuenta que continúan ocupando su lugar terapéutico tanto temsirolimus (fármaco de elección en el cáncer renal metastásico con criterios de mal pronóstico) y sorafenib.
..Emilio Ramirez

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