La FADSP reflexiona sobre las listas de espera y propone un plan estratégico para su solución

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) reflexiona sobre unos de los problemas que periódicamente se plantea en el debate político y por ende en el sanitario, las listas de espera y sus consecuencias. Lo común en estos casos, es que los partidos políticos, administración y servicios asistenciales acudan a la demagogia y a los reproches, acusándose entre ellos en vez de plantear soluciones, y sobre todo que se pongan en práctica.

Dando por hecho que hay muchas listas de espera de distintas especialidades, y que están condicionadas por la gravedad de la enfermedad, del servicio de salud, del hospital, de la oferta asistencial o de criterios de medición, es obvio decir que la variabilidad es el rasgo común en las listas de espera. Teniendo claro este rasgo, FADSP piensa lo siguiente:

  • Para saber cómo funciona y cuáles son los resultados del Sistema Nacional de Salud (SNS) hay indicadores más poderosos que las listas de espera. Pensar que solamente está este indicador y sobrevalorar el papel de las listas de espera es un error.
  • Las listas de espera es un complejo sistema de interacciones en el que participan diversos actores, por lo que no son suficientes las respuestas únicas.
  • Si se tiene como fin el mejorar las listas de espera a largo plazo, los planes de choque temporales no son suficientes. Es preciso elaborar un Plan Estratégico.

Pormenorizadamente, la FADSP plantea una serie de puntos en el que desarrolla y reflexiona sobre las listas de espera, para finalmente plantear unas propuestas para su mejora:

1.  INDICADORES DE SALUD Y LISTAS DE ESPERA

La FADSP parte de la idea de que para ofrecer una dimensión lo más amplia posible del funcionamiento de nuestro Sistema Sanitario, el indicador lista de espera no debe ser el único que nos dé una visión global del mismo, y es que hay que acudir a otros indicadores iguales o más valiosos que la lista de espera, como la mortalidad por todas las causas o por causas específicas, los indicadores de calidad asistenciales, o la esperanza de vida. La mayoría de ellos, han tenido en España una evolución positiva en los últimos 35 años. Por ello, sin el ánimo de exagerar el drama personal que puede suponer el estar en una lista y pensar que funcionan de manera errónea e injusta por el tiempo tan largo que en ocasiones hay que esperar, sería un error trasladar ese pensamiento de manera global al Sistema Sanitario, empañando así la labor y el prestigio de sus profesionales.

Sin embargo, FADSP no obvia la realidad de los últimos años, y es que de manera especial a partir de 2011, la inversión en sanidad ha descendido considerablemente, así el recorte de prestaciones, el copago y los recortes en el personal han hecho mella en estos buenos indicadores y por tanto en las listas de espera también incrementándose.

Los datos que maneja FADSP en relación a listas de espera muestran que la situación ha empeorado, así, los últimos datos para el conjunto del país indican que se habían aumentado en un 24% los pacientes en lista de espera/1.000 habitantes; y que estos esperaban seis días más de media (los pacientes con más de seis meses de espera pasaban del 9,4 al 16,5%).

Respecto a las listas de espera, tan sólo el 29,2% de las personas encuestadas afirman que cuando piden cita a atención primaria, en 24 horas la reciben siempre o casi siempre; solamente el 16,2% dice que recibe la cita con el especialista antes de que trascurran 15 días, y solamente el 13,2% declara que las listas de espera han mejorado.

2.  CAUSAS Y SOLUCIONES PARA LAS LISTAS DE ESPERA

Las ideas que se exponen sobre causas y soluciones para resolver las listas de espera, gran parte de ellas se encuentran en un artículo que fue publicado en el número 89 de la revista de la FADSP “Salud 2000”, cuyo autor es A. Sarría.

Causas y soluciones para las que deben quedar claras las siguientes ideas:

Hay que entender el concepto de que las listas de espera se producen cuando en un determinado servicio se excede su demanda en relación a la oferta de la que dispone el mismo.

No debería existir una discriminación relacionados con factores que no tuviesen nada ver con la necesidad, como la edad, sexo, nivel de estudios, tener trabajo o no, ingresos, nacionalidad o residencia.

No hay una evidencia que muestre que existe una relación entre el hecho de que por incrementar el presupuesto para reducir las listas de espera, a largo plazo se produzca una reducción en las mismas.

Habla de relaciones causa-efecto en materia de servicios sanitarios, no es hablar de linealidad, y es que las intervenciones aisladas sobre pacientes, médicos y gestores están condenadas a disiparse en toda la estructura del sistema.

Cuando en un sistema público se añade la posibilidad de acudir a la prestación privada para reducir las listas de espera, estas ni desaparecen ni se reduce el tiempo de espera.

Actualmente, tanto la organización y gestión de las listas de espera, como la comprensión real por parte de los actores que intervienen de sus causas y posibles soluciones, es muy pobre.

3.  EL DEBATE DE LAS LISTAS DE ESPERA

Cuando se habla de la calidad y buena gestión del Sistema Sanitario Público, las listas de espera plantean un debate social y político. La falta de respuestas por parte de la clase política provoca en los pacientes y por ende en la ciudadanía una desconfianza en el Sistema Sanitario, con importantes consecuencias económicas y sociales.

Apartar la vista hacia a un lado sería una incoherencia, y es que la realidad está ahí, mostrando el continuo descontrol de las listas como síntoma evidente de un deterioro del sistema sanitario público. No hace falta ser un gurú en la materia para poder afirmar que el problema de las listas de espera en España reflejan una ausencia de adecuación entre la demanda de atención sanitaria de la ciudadanía y la oferta de servicios.

Muchos son los factores que las condicionan, por lo que su tratamiento es complejo, ya que se precisan medidas para su análisis, priorización, asignación de recursos entre otras acciones para que el conjunto de actores que intervienen en el Sistema Sanitario, tanto ciudadanos y pacientes, como políticos y gestores, muestren un compromiso pleno para poder abordarlas y gestionarlas adecuadamente en pos de un Sistema de Sanidad Pública de calidad.

La respuesta que se ha dado para solucionar las listas de espera han sido aumentar los recursos, incrementar el número de consultas, intervenciones quirúrgicas…mediante la contratación de más personal, pero sobre todo mediante jornadas extraordinarias y la derivación de pacientes a centros privados. Medidas que para FADSP a veces tampoco son populares, y es que el mejor ejemplo está en la mitad de los madrileños que estando en lista de espera para recibir asistencia sanitaria, rechazaron que fueran derivados a la privada, un acto que muestra su afecto y fidelidad al servicio público. En global, todas estas respuestas han resultados ser costosas y poco eficientes, ya que recurrir a lo “fácil” como es el aumento de los recursos y los planes de choque temporales no son suficientes.

Si se quiere mejorar las listas de espera, el cambio debe producirse en el modelo de gestión, incorporando para ello medidas globales que mejoren el funcionamiento de todo el sistema sanitario. Un plan estratégico en detrimento de los planes de choque temporales y de las soluciones parciales en el que los responsables políticos y gestores sanitarios garanticen la equidad y la racionalidad en las listas de espera mediante un compromiso claro y manifiesto para potenciar y defender el Sistema Sanitario Público.

En ese plan estratégico FADSP considera que debe incluirse los siguientes puntos:

  1. Establecer prioridades, estándares y compromisos de espera.
  2. Establecer un protocolo en las indicaciones quirúrgicas y en la situación del paciente que está en lista de espera en función de la gravedad y repercusión que tiene sobre su salud.
  3. Los recursos deben adecuarse y optimizarse en base a las necesidades que se detecten en cada territorio.
  4. Las necesidades deben analizarse mediante un sistema de información homogéneo, accesible y comparable.
  5. Las demandas se adecuarán al número de cámaras, quirófanos y medios diagnósticos de los que se dispongan.
  6. Mejorar la utilización intensiva de los recursos, como por ejemplo abrir quirófanos por la tarde.
  7. Desarrollar la cirugía ambulatoria.
  8. Mejorar la comunicación entre Atención Primaria y Especializada, evitando de esta manera la duplicidad de pruebas y consultas. Tanto el médico de atención primaria como el especialista deben tener más influencia sobre las listas de espera, ya que priorizarán las listas de espera no solo por el tiempo, sino también por criterios clínicos.
  9. Incrementar la capacidad resolutiva de la Atención Primaria, facilitando para tal objetivo el acceso a recursos diagnósticos.
  10. Implicar a los profesionales en la mejora y dándoles participación activa en la gestión e incentivo en función del logro de objetivos consensuados.
  11. Proponer que la administración sanitaria informe periódicamente a la ciudadanía y a sus representantes (ayuntamientos, organizaciones vecinales de usuarios, sindicatos…) cada seis meses sobre las personas que están en lista de espera, el tiempo promedio de espera, pacientes pendientes de intervención quirúrgica según las causas…
  12. Desarrollar un sistema de evaluación y seguimiento con participación activa por parte de los ciudadanos y los profesionales del sistema sanitario.

..Emilio Ramírez

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