Uno de los principales deseos de Diego Murillo, presidente de AMA Seguros, es “ocupar” el Colegio de Madrid, y para conseguirlo está presionando muy fuerte a todos. La debilidad personal de López Arribas es una ocasión que difícilmente se le volverá a presentar, por eso está “obligando” a sus principales “aliados” para que en Madrid haya unas nuevas elecciones.
Por un lado está López Arribas que se ha quedado con tres opciones: dimitir y volver a empezar en el hospital; aguantar la situación a costa de su futuro y correr el riesgo de una posible sanción por las acciones que está llevando a cabo; o intentar forzar unas elecciones anticipadas con el grupo de Sánchez Chillón o través de la OMC, por las que obtendrá, seguramente, algún premio económico del grupo de Diego Murillo.
Por otro lado están la OMC y Rosa Pérez, que de la mano están intentando “arreglar” un conflicto que no existe. La propia Comisión Deontológica Central emitió un informe que asegura que en el Colegio de Madrid solo la presidenta López Arribas merece ser inhabilitada por su actuación, entonces, ¿a qué se debe una propuesta en otro sentido?. Deberá haber razones de mucho peso para saltarse el informe de la Comisión Deontológica y el principio de territorialidad. Esas razones seguramente son económicas, y es que el propio Rodríguez Sendín está muy presionado, ya que podría estar en juego su papel en la Fundación AMA y el de su hijo en la delegación de Toledo de AMA Seguros, donde es director.
El papel de Rosa Pérez como instructora del caso del Colegio de Madrid fue una petición expresa del presidente Rodríguez Sendín, y dado que él sí tiene intereses en este conflicto, debería haber dado las suficientes explicaciones de la elección y retirarse del caso. El propio Rodríguez Sendín y los vicepresidentes de AMA seguros, como Pedro Hidalgo, Juan José Sánchez Luque, Luciano Vidán, Enrique Tellería, y más todavía, Luis Campos Vilariño, que es vicepresidente, tendrían mucho que contar al respecto. Es muy importante recordar que en AMA Seguros, según sus estatutos, “el cargo de Consejero será personal, obligatorio, salvo excusa justificada, y remunerado. La remuneración deberá ser aprobada por la Asamblea General, se compondrá de una retribución mensual fija por el ejercicio de la función de Consejero, y de una dieta fija diaria por la asistencia a las sesiones del Consejo de Administración, de sus Comisiones y por la asistencia a cualquier otra actividad necesaria para el desempeño de su cargo como Consejero. Estas dietas también serán fijadas por la Asamblea General”.
La Asamblea General tiene fijadas unas remuneraciones de 3.000 o 6.000 euros mensuales para los miembros del Consejo, además de dietas de 800 o 1.000 euros por asistir actos o consejos y, además de todo esto, una compensación de gastos, que en total debe suponer entre 6.000 y 9.000 euros mensuales que van directamente al bolsillo
El camino de los “aliados” de Diego Murillo en este proceso puede acabar en los juzgados, y él quedará como está ahora, libre de polvo y paja, porque son los López Arribas, Rodríguez Sendín o Rosa Pérez los que se están arriesgando por él. ¿Qué precio tiene esto?
..Alfonso González
