El diario The Washington Post cuenta que la brecha entre ricos y pobres aumenta, pero se constata una gran conquista: los bebés nacidos de madres pobres son más saludables. Según el reportaje, el principal motivo se debería a la labor de los servicios públicos, que acompañan e informan a las madres y proporcionan mejores cuidados. Esta cabecera cuenta la historia de Wanda Verret, una mujer que se quedó embarazada con tan solo 14 años. No fue al médico hasta su sexto mes de embarazo, “yo no sabía que tenía un bebé”. Ahora tiene 34 años y está embarazada de su cuarto hijo. En la actualidad se enfrenta a un montón de problemas laborales pero recibe toda la información necesaria para tener un hijo sano. En este embarazo no está fumando y está recibiendo información de un nutricionista que le aconseja sobre los alimentos que debe comer. (La Información)