En la actualidad las facilidades para viajar aumentan las probabilidades de contraer diversas enfermedades relacionadas con diversos puntos geográficos. Así, un gran número de españoles contraen enfermedades cuyo foco de origen no es nuestro país, sino el extranjero.
Paquetes turísticos y ofertas al Caribe, uno de los destinos más solicitados por los españoles, cuenta con, en ocasiones, desconocidos riesgos para nuestra salud. Como es el caso del virus Chikungunya, un virus caribeño que se transmite por el virus de un mosquito, que ya ha causado hasta 39 casos de infección registrados en España. Además, esta enfermedad puede durar entre los 10 días, hasta los 60, pudiendo causar daños irreparables en el organismo, como dolores articulares y cefaleas, que como mínimo se mantienen durante los 2 años siguientes. Países turísticos como la República Dominicana y Haití, pueden resultar peligrosos, ya que se registraron más de 190.000 casos sospechosos en el primero y más de 50.000 en el segundo.
Asimismo, otras enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla, aunque no suelen ser enfermedades mortales, han provocado la muerte de más de 20 personas de avanzada edad en Centroamérica, siendo uno de sus síntomas los dolores fuertes articulares, así como constante dolor de cabeza y fiebre muy elevada. Los síntomas suelen aparecer a los 10 días de la infección, y estas enfermedades pueden ser contraídas en países de Suramérica y Centroamérica.
Por otra parte, la visita a países africanos y americanos puede implicar que el turista contraiga la tuberculosis, una enfermedad pulmonar que puede llegar a ser mortal, y que ya ha afectado alrededor de 5.000 personas en nuestro país.
Los médicos no se muestran contrarios a que las personas viajen a otros países. No obstante, recuerdan los riesgos de contraer distintos tipos de enfermedades y que los viajeros se informen de las distintas vacunas y medidas previas a los mismos.
Además, no sólo los destinos turísticos afectan a la salud de los viajeros, sino el tipo de ejercicio y actividades que practican. Así, los especialistas recomienzan a las personas hipertensas escoger destinos de costa, ya que la presión arterial disminuye a medida que nos encontramos más cerca del nivel del mar, así como lo contrario para las personas hipotensas, con destinos de montaña.
Asimismo, se recomienda que aquellas personas con dermatitis atópica se mantenga lejos de las piscinas de cloro, y recurra más al mar o piscinas salinas, ya que el cloro que contiene el agua de las piscinas se trata de un agente irritante para la piel, que puede agravar los eccemas. Por otro lado, las altas temperaturas provocan un aumento de la sudoración que contribuye a incrementar la irritación cutánea característica de la dermatitis y empeorar sus síntomas.
Otra de las recomendaciones de los médicos se dirige a las personas asmáticas o con bronquitis, a las cuales se les recomienda pasar temporadas en lugares de media montaña, donde el clima sea seco, para evitar la inflamación de la mucosa bronquial y el estímulo de los ácaros.
También se mantienen las recomendaciones más comunes respecto al cuidado de sumergirse en el mar o piscinas a las personas propensas a padecer problemas de oído, como la otitis, así como la exposición solar, las altas temperaturas o alimentos extremadamente fríos para personas con migrañas. Además del calor extremo para las personas con problemas de varices o circulación de la sangre.
En general, los especialistas recuerdan no olvidarse del objetivo final de disfrutar de unas buenas vacaciones, que tengan un impacto directo positivo sobre nuestro bienestar, por lo que resulta imprescindible tener en cuenta ciertas condiciones de este tipo a la hora de planificar un viaje, especialmente si la persona padece algún tipo de enfermedad crónica.
..Débora Rey
