La evolución de los glaucomas mediante ‘selfies’

Novedoso sistema el que han desarrollado unos científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) que permite conectar el ojo de los pacientes que tienen glaucoma con su teléfono móvil y poder así monitorizar la evolución de su enfermedad mediante autofotos, en pocas palabras, haciéndose los populares ‘selfies’.

El glaucoma está considerado como la segunda causa de ceguera en el mundo, estando provocado por una pérdida gradual de las neuronas de la retina y del nervio óptico. Sin embargo, con este sistema, sus creadores creen que se puede mejorar de manera considerable la evolución y por ende el tratamiento de esta dolencia.

La clave reside en la medición de la presión ocular, y es que su aumento da lugar a un proceso degenerativo que causa la enfermedad, siendo por tanto crucial para ajustar el tratamiento para cada paciente. Esto hace que los pacientes que tienen glaucoma se deban someter de forma regular a análisis para poder controlarla, con el hándicap de que los niveles pueden variar a lo largo de un mismo día.

El profesor Yossi Mandel y su equipo, para facilitar sobremanera esta medición, han diseñado un sensor que se implanta en unas lentes artificiales que lleva el paciente y que permiten medir la presión ocular en cada momento y sin la necesidad de moverse de su propio domicilio.

En declaraciones a BBC Mundo, el profesor Mandel explica como “la presión ocular varía constantemente e incluso depende de la postura del cuerpo. Si se está acostado, es más alta. De manera que por muchas visitas que se hagan al oftalmólogo no es suficiente para tener una información precisa”.

Las lentes se implantan mediante una intervención quirúrgica, y el sensor emite la información recabada al teléfono móvil, cuya cámara debe estar equipada con un sistema óptico que permite al paciente hacer una foto del interior del ojo para poder recopilar la información. Para Mandel, no hay duda de que este sensor “permitirá una mejoría significativa del tratamiento”, y es que según él los oftalmólogos tendrían una información más detalla de cómo varía la presión ocular del paciente y de ese modo poder ajustar un tratamiento más adecuado.

El profesor señala como “el sensor permanecería en el ojo del paciente durante varios años y haría posible que este mida la presión de sus ojos varias veces al día”. Añade que “una vez que el sensor está implantado, todo lo que se requiere es una cámara y un ordenador que analice la foto”, un hecho que según él “también puede hacer una sencilla ‘app’ para móviles”.

Por ahora solamente se ha desarrollado un prototipo de este dispositivo, pero como asegura Mandel, ya hay interés en poder desarrollarlo comercialmente.
Emilio Ramírez

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