A fecha 28 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifraba en 1.552 el número de muertos por el brote de ébola que asola África Occidental, concretamente Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona. Una cifra a la que hay que sumar los 3.069 casos de infecciones que hay confirmados hasta la fecha. Además, la organización ha asegurado también que “más del 40 por ciento del total de nuevos casos se han producido en los últimos 21 días”, por lo que el brote de ébola todavía no está controlado y continúa avanzando por el continente. Un problema que la OMS ya ha calificado de “emergencia de salud pública” y cuyo principal hándicap reside, además de en la falta de personal sanitario y de medios para atender a los pacientes en las zonas afectadas, en que “no hay investigación clínica”, enfatiza Jose Antonio Pérez Molina, de la Unidad de Enfermedades Tropicales del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y vocal de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). Así, al margen del fallecido Miguel Pajares y de los dos estadounidenses tratados con el suero experimental compuesto por una combinación de tres anticuerpos de Mapp Pharmaceuticals, no ha habido ninguna otra prueba en humanos. Y, como destaca Pérez Molina, “con tan pocos pacientes no se pueden sacar conclusiones sobre la eficacia o no de este medicamento”. (Gaceta Médica)