Más cerca de borrar los recuerdos traumáticos

En el Hospital McLean, de Massachussetts, están investigando cómo el gas xenón, gas que se utiliza en los seres humanos para la anestesia y el diagnóstico por imagen, puede ser un tratamiento para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros problemas relacionados con la memoria.

Edward G. Meloni, psicólogo, uno de los autores de la investigación, afirma que han visto como el gas xenón tiene la capacidad de reducir los recuerdos de eventos traumáticos. “Es un gran avance, ya que tiene el potencial de ser un nuevo tratamiento para las personas que sufren de trastorno de estrés postraumático”, añade.

Los científicos utilizaron inicialmente un modelo animal de trastorno de estrés postraumático que se llama condicionamiento por miedo. Usaron ratas a las que entrenaron para tener miedo de señales ambientales que iban emparejadas con breves estímulos eléctricos en las plantas de las patas. La reactivación del recuerdo del miedo se hizo mediante la exposición de las ratas a las mismas claves y midiendo su respuesta de parálisis como una lectura del miedo.

Meloni explica: “Sabemos por estudios previos que cada vez que se recuerda un episodio emocional, el cerebro realmente lo restaura como si se tratara de un nuevo recuerdo. Con este conocimiento, decidimos ver si podíamos alterar el proceso mediante la introducción de gas xenón inmediatamente después de la reactivación de un recuerdo traumático”.

En el trabajo, según publican en un artículo en la revista “Plos One”, Meloni y Kaufman, director del Laboratorio de Imagen del Hospital McLean, examinaron si una baja concentración de gas xenón podría interferir en un proceso llamado reconsolidación, un estado en el que recuerdos reactivos se vuelven susceptibles a modificación.

Encontramos que una sola exposición al gas, que se conoce por bloquear los receptores NMDA que participan en la formación del recuerdo en el cerebro, reduce de manera dramática y persistente las respuestas de miedo hasta durante dos semanas. Era como si los animales ya no se acordaran de que tenían miedo de esas señales”, expresa Meloni.

A diferencia de otros fármacos o medicamentos que también pueden bloquear los receptores NMDA que participan en la memoria, el xenón entra y sale del cerebro muy rápidamente, lo que sugiere que se podría dar en el momento exacto en el que se reactiva el recuerdo y por un tiempo limitado, lo que pueden ser características clave para cualquier terapia potencial de uso en humanos”, afirman los autores.

Pero aun quedan varias preguntas por abordar. “Desde aquí queremos explorar si las dosis más bajas de xenón o tiempos de exposición más cortos también bloquean la reconsolidación de la memoria y la expresión de miedo. También nos gustaría saber si el xenón es igual de eficaz en la reducción de los recuerdos traumáticos de sucesos pasados, los llamados recuerdos remotos, en comparación con los recién formados que analizamos en nuestro estudio”.
..Lola Granada

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