Apple ha confirmado lo que se presuponía: la salud es uno de los ejes que articulan su presente y su futuro, que pasa, además, por las llamadas tecnologías ‘wearables’ (aquellas que se incorporan en prendas de ropa o complementos). En su caso, la compañía californiana ha apostado por convertir su Apple Watch, es decir, su ‘reloj inteligente’, en una herramienta de control de la salud del usuario, que podrá monitorizar su frecuencia cardiaca, pero también controlar el consumo calórico, por ejemplo, con lo que parecería que el público objetivo son los deportistas. Sin embargo, Apple ha ido más allá, y no solo ha convertido su reloj inteligente en una herramienta de monitorización, sino que también el nuevo iPhone 6 lo será, ya que a través de distintas aplicaciones permitirá controlar no solo la frecuencia cardiaca o el consumo calórico, sino también otros aspectos como los niveles de azúcar en sangre o el colesterol, convirtiéndose así en un aliado para los pacientes crónicos. Como ya se había anunciado anteriormente, entre las grandes novedades del nuevo sistema operativo de Apple, el conocido como iOS 8, destaca la creación de un espacio exclusivo en el que la compañía ha reunido todas las aplicaciones de salud, lo que permite ofrecer un resumen actualizado de las principales constantes que puede medir el dispositivo, en este caso el nuevo iPhone 6. (Redacción Médica)