La justicia da la razón a la presidenta del ICOMEM, pero la ética parece que no

El juzgado nº 11 de Madrid no ha encontrado indicios de vulneración en la contratación de Antonio Mora como Director General del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), por lo que la demanda interpuesta por Guillermo Sierra, compromisario del ICOMEM, contra la presidenta Sonia López Arribas se ha sobreseído. Por lo tanto, el contrato parece legal y no hay nada que objetar, tal y como lo confirma la sentencia judicial. Pero la cuestión no es si el contrato técnicamente es legal o no, la cuestión es si el contrato es ético. Y aquí es donde han surgido todos los problemas desde que la actual Junta Directiva del ICOMEM tomó posesión tras ganar las últimas elecciones. Una de las primeras decisiones adoptadas, por instancia de la presidenta Sonia López Arribas , y que ha sido uno de los detonantes del actual conflicto por el que está atravesando el Colegio, fue nombrar a un Director General, Antonio Mora con un sueldo de 153.000 euros al año, en el momento de máxima tensión económica en el país, con la crisis azotando nuestra economía, con una prima de riesgo desbordada, y a punto del rescate económico.
(Con Salud)

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