Las personas con daño cerebral se encuentran con multitud de dificultades para lograr una plena reintegración social y de acceso a una recuperación funcional; “el 68% de las personas con daño cerebral presentan discapacidad para realizar alguna actividad básica de la vida diaria y el 45% lo hacen en grado severo o total”, advierte la presidenta de FEDACE, Amalia Diéguez. “Cada persona con daño cerebral se enfrenta a diario, y junto a su familia, a dificultades que complican su recuperación funcional y su participación”, explica Diéguez, quien lamenta que, a pesar de ser un colectivo tan grande,” sea poco conocido, incomprendido y con dificultades de acceso a una recuperación funcional y muchas barreras para la inclusión social. Desde la federación se ha realizado el manifiesto “Una vida salvada merece ser vivida” donde se reclama “el derecho a una vida digna para las personas con daño cerebral y sus familias” y, para ello, creen que debe desarrollarse una prestación sociosanitaria que garantice la continuidad asistencial, la adecuada recuperación funcional y la participación social de las personas con DCA. (Médicos y Pacientes)