La coordinación de la atención socio-sanitaria corresponde al médico como garantía de calidad del servicio

La Organización Médica Colegial (OMC) ha elaborado un informe sobre el sector farmacéutico, un sector clave en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y en la implementación de las medidas necesarias para salvaguardarlo. El informe ha sido realizado por un grupo de expertos del Observatorio de la Prescripción de la OMC que ha trabajado en el mismo durante varios meses.

El documento incluye datos económicos pormenorizados de la situación actual de la economía española, del sector sanitario en general y del farmacéutico en particular, con amplia bibliografía al respecto de organismos y expertos nacionales e internacionales.

El texto, previo al análisis pormenorizado del sector farmacéutico, hace una introducción para contextualizarlo en la realidad económica en general y de la sanitaria en particular. Dos datos destacan; en primer lugar la creciente reducción del gasto sanitario en porcentaje de PIB del 6,74% en 2009, al 5,9% en 2014 y con una previsión para 2017 del 5,3%; y en segundo lugar las medidas de ajuste llevadas a cabo en el sector sanitario público que han supuesto un importe acumulado entorno a los 5.500 millones de euros durante el periodo 2010-2013 y una pérdida de 47.200 empleos públicos en los últimos tres años.

Ante esta situación, el informe señala la necesidad de un compromiso político y social para acordar unificar de forma responsable una agenda reformista que aborde los problemas de sostenibilidad financiera y social del SNS. Necesidad que va desde la gobernanza institucional de los servicios sanitarios, al rediseño del modelo asistencial y a la  responsabilidad de los profesionales de la gestión de los recursos de España, que es el séptimo mercado mundial en el sector farmacéutico, y que invierte poco más del 4% de toda la I+D biofarmacéutica europea, mientras que las ventas representan un valor ligeramente superior al 10% del mercado.

Falta de datos oficiales del gasto farmacéutico
Uno de los aspectos en los que el informe incide, es el que hace referencia a cuánto se asigna del gasto al paciente, que en estos años ha visto aumentado el copago, y cuánto al resto de las medidas introducidas y otras adicionales tomadas en 2012 como la revisión de precios, el fomento de genéricos y la actualización de precios menores de las agrupaciones homogéneas de medicamentos.

El informe hace hincapié sobre la “opacidad”y falta de datos oficiales del gasto farmacéutico hospitalario, ya que a pesar de la obligación legal establecida en diversos reales decretos, y de remitir mensualmente el número de envases consumidos en los centros hospitalarios del SNS, no existen datos oficiales del gasto agrupado a nivel nacional ni de su evolución, lo que impide la perspectiva de comparación entre comunidades y con el total nacional.

No obstante, el informe de la OMC ofrece datos estimativos en base a informaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA). Según los cuales, en 2012 en España el gasto farmacéutico en recetas ascendió a 10.225 millones de euros; el gasto farmacéutico hospitalario fue de 5.700 millones; y el total del gasto farmacéutico sobre el porcentaje de PIB fue de 1,5% y sobre el total del presupuesto del SNS, representó el 25,5%.

Recomendaciones y propuestas centradas en políticas farmacéuticas
El documento, finalmente hace una serie de recomendaciones y propuestas centradas en políticas farmacéuticas vinculadas a la eficiencia; una evaluación económica y social de la prestación farmacéutica; reformas estructurales en las actividades esenciales de la cadena de valor farmacéutica y en los roles agenciales en el sector del  medicamento. Estas son algunas de las más destacadas:

  • Eficiencia: ajustar el copago a la renta y estado de salud y no a la condición de activo o pensionista, estableciendo un límite de aportación máxima anual por persona en medicamentos para una mayor protección económica a los más débiles; regular la prescripción de todos los medicamentos sujetos a la misma por toma/día y por tiempo de tratamiento; buscar nuevos modelos de financiación total o parcial teniendo en cuenta pautas como el riesgo compartido.
  • Evaluación económica y social de la prestación farmacéutica: que la cobertura pública de productos farmacéuticos esté sujeta con carácter general a criterios de valor terapéutico incremental comparado, evaluación económica y estado de suficiencia presupuestaria, así como que el criterio de precios por valor de resultado clínico de los medicamentos debe basarse en una relación de suficiencia presupuestaria.
  • Reformas estructurales: recomendación de hacer un replanteamiento  competencial y marco jurídico de una nueva Agencia Nacional de Evaluación e Investigación de Tecnologías y Servicios del SNS, independiente y participada colegiadamente por los servicios de salud de todas las CC.AA., que guíe desde principios de buen gobierno los procesos de decisiones y fundamente económica y socialmente la incorporación de nuevas prestaciones y productos sanitarios.
  • Roles agenciales: en el sector del medicamento, resalta que para garantizar la sostenibilidad de una política de uso racional de medicamentos, es preciso contar de forma inexcusable con la implicación de médicos y consumidores.

El informe, tras dejar claro que la coordinación de la atención socio-sanitaria corresponde al médico como garantía incondicional de calidad del servicio, propone incorporar incentivos de manera transparente a una prescripción de calidad, acorde con los objetivos institucionales del SNS. Además recomienda que se promueva la necesaria participación activa y responsable de los usuarios, garantizando la equidad en el conjunto del sistema.
..Emilio Ramírez

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