La enfermera Kaci Hickox, quien insiste en que está perfectamente sana, desafió el jueves una vez más la cuarentena estatal por ébola al dar un paseo en bicicleta con su novio, y las autoridades de salud de Maine batallaban para alcanzar un acuerdo que limite su contacto con otras personas. Hickox, de 33 años, salió de su casa en el remoto extremo norte de Maine por segundo día consecutivo, con lo que prácticamente retaba a las autoridades a cumplir con su amenaza de ir a la corte para confinarla en contra de su voluntad. El miércoles por la noche, salió para dar una conferencia de prensa improvisada e incluso estrechó una mano que un reportero le tendió. Al anochecer el jueves, no estaba claro si el estado había acudido a los tribunales o si había habido algún progreso para poner fin a la disputa que se ha convertido en el choque que ha captado más la atención en el país entre las libertades personales y el miedo al ébola. La oficina del gobernador y los abogados de Hickox no hicieron comentarios. (Yahoo!)