La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre de 79 años de edad que roció con alcohol y prendió fuego a un médico del Hospital Virgen Macarena porque “le había destrozado” la vida al diagnosticarle un cáncer que “no tenía en realidad”.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial considera que en este caso concurre la eximente de anomalía psíquica, y por ello ordena el internamiento de Juan B.M. en un centro psiquiátrico penitenciario durante cinco años, aunque sustituye esta medida por la de libertad vigilada.
“Pues yo sí me acuerdo de usted”
Los hechos tuvieron lugar el 10 de junio de 2013 sobre las 11:15 horas, cuando el acusado fue al Hospital Virgen Macarena e “irrumpió” en la consulta de digestivo, donde prestaba servicio el médico. El acusado se dirigió al facultativo preguntándoles si se acordaba de él, a lo que el afectado respondió que no, por lo que el imputado respondió “pues yo sí me acuerdo de usted”.
En ese momento se desencadenó el suceso, y es que el procesado sacó de un bolsillo un bote de alcohol al mismo tiempo que empuñaba en la otra mano un mechero. Se dirigía al médico diciéndole que le iba a matar porque “le había destrozado su vida” al haberle diagnosticado un cáncer que, según el acusado, no tenía en realidad.
La secuencia de hechos siguió este orden, y es el que el acusado se abalanzó sobre el médico con el propósito “de poner por obra su amenaza”, rociándole en el cuerpo el alcohol para prenderle fuego después. No obstante, el afectado pudo reaccionar “rápida y vigorosamente”, y es que le pudo sujetar las manos y empujarlo contra la pared, instante que aprovechó para salir de la consulta, aunque el agresor le llegó a propinar dos golpes, uno de ellos en la cabeza.
El imputado padecía un trastorno de ideas delirantes y depresivo
Minutos más tarde, el doctor agredido regresó a la consulta con un colega, observando el panorama que tenían ante sus ojos, y es que el imputado se había rociado a sí mismo el alcohol que llevaba y se había prendido fuego. Los dos médicos lograron auxiliarle y apagar las llamas cuando la camiseta del procesado estaba ardiendo. Con la ayuda de varios facultativos, condujeron al agresor a otra consulta para que fuera atendido, todo ello mientras “forcejeaba lanzando patadas y puñetazos”, sin dejar de vociferar “lo voy a matar”.
Como consecuencia de la agresión, el tribunal dice que el médico sufrió distintas contusiones, destacando que en el momento de los hechos, el imputado padecía un trastorno de ideas delirantes y un trastorno depresivo de medio a grave, que anulaba por completo sus facultades intelectivas y volitivas.
La Audiencia considera que en este caso la medida más “prudente y sensible” es imponer al acusado una medida de internamiento en centro psiquiátrico durante cinco años, que sustituye en todo caso por la de libertad vigilada. Se le imponen además como reglas de conducta las de sujeción a tratamiento médico ambulatorio y prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 300 metros. Asimismo, deja al acusado bajo el cuidado y vigilancia de su familia y le impone el pago de una indemnización de 3.060 euros, de los que descuenta los 3.000 euros ya consignados por el acusado y entregados al perjudicado.
El Colegio de Médicos de Sevilla cuenta 14 agresiones en 2014
La condena a este agresor por prender fuego a un médico en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla fue en 2013, pero es que en lo que va de año 2014, el Colegio de Médicos de Sevilla ya contabiliza hasta 14 agresiones a profesionales de la Medicina, nueve de ellas en forma de amenazas y cinco de ellas materializadas en lesiones, frente a las 22 agresiones contabilizadas en 2013. La más reciente, la agresión que este verano sufría una médico en el Hospital Infanta Luisa de Sevilla.
..Emilio Ramírez
