La Consejería de Sanidad de Castilla y León deberá indemnizar con 48.000 euros por asistir incorrectamente a una paciente que falleció

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de Castilla y León ha condenado a la Consejería de Sanidad de la Junta y a su compañía aseguradora a indemnizar con 48.000 euros al marido y los hijos de una paciente fallecida por “pérdida de oportunidad terapéutica”, derivada de una incorrecta asistencia en el Servicio de Medicina Interna del Hospital General de Segovia.

Según informan fuentes de la Asociación Defensor del Paciente, la fallecida de 74 años, acudía en noviembre de 2011 al Servicio de Urgencias del Hospital General de Segovia presentando una insuficiencia respiratoria, retención de líquidos y anemia que desembocó en una neumonía.  Finalmente falleció el 31 de enero de 2012.

Mientras en la denuncia se reclamaba una indemnización conjunta de más de 150.000 euros para los familiares de la fallecida, incluido el daño moral; finalmente Sacyl deberá abonar 40.000 euros al marido y 4.000 más a cada uno de los dos hijos.

Ingresa por insuficiencia respiratoria, muere por neumonía
La mujer fue ingresada en la Planta de Medicina Interna del Hospital General de Segovia, donde presentó una cierta mejoría durante los primeros cinco días de estancia.

Sin embargo, como recoge la sentencia, “el día 6 de diciembre se produjo un empeoramiento, por lo que se avisó al médico responsable, quien solicitó una radiografía y analítica”. La primera se informó como “invalorable”, y la analítica “no se hizo hasta el día 10 de diciembre, a pesar de haber sido solicitada con carácter urgente”.

Sería una nueva radiografía de tórax la que informase del empeoramiento respecto de la previa, aunque los denunciantes aseguran que “ningún médico la vio”, es más, incluso que entre los días 6 al 10 de diciembre, “no consta que la paciente fuera visitada por ningún médico, ni que se adoptara ninguna medida terapéutica”.

Mientras tanto, la paciente, a pesar de la medicación recibida, acusó picos de fiebre, saturación de oxígeno y disnea, toda una serie de síntomas que haría sospechar, según fuentes de Defensor del Paciente de “un cuadro infeccioso de vías respiratorias de origen nosocomial”.

No hubo diagnóstico y, por tanto, tampoco tratamiento para aquella neumonía que comenzaba a dar la cara”, han recalcado, antes de añadir que el 11 de diciembre el estado de salud de la paciente se agravó sobremanera, y es que “presentó dificultad respiratoria importante con progresiva pérdida de conciencia, que motivó su traslado a UCI”, donde ya se “sospechó de esa posible infección nosocomial y, realizados los oportunos cultivos y pruebas complementarias, se verificó la infección respiratoria por neumonía, ya grave”.

Aunque se aplicaron en la UCI las medidas terapéuticas oportunas, estas fueron en vano para que la paciente pudiera superar la situación crítica en la que se encontraba, además “unido ello a la necesidad de ventilación mecánica por la situación de la paciente, como otro factor de riesgo añadido, se favoreció la progresión de la infección nosocomial”. Finalmente la paciente fallecía el 31 de enero de 2012.

La edad como criterio valorativo del año
En palabras de la presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, Carmen Flores, “nuevamente, y como es habitual, se trata de un caso en que la edad de la víctima es considerada como criterio valorativo del daño. Sin atender al hecho cierto de que la pérdida de la esposa y madre es ajena a la edad de la víctima, siendo para sus familiares igual el dolor sufrido con independencia de su edad”.

A juicio de la Asociación Defensor del Paciente, “un tratamiento precoz de la infección respiratoria que sufría la paciente, hubiera podido evitar su empeoramiento clínico y necesidad de ingreso en UCI con ventilación mecánica, lo que se traduce en una pérdida de oportunidad”.
..Emilio Ramírez

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