El estudiante de Medicina en la práctica clínica

Si dividimos la educación médica en una parte teórica y en otra parte práctica o clínica, en los últimos años ha cobrado mayor importancia ésta última. De hecho, en algunos planes de estudios se contempla la inmersión en la práctica clínica en los cursos iniciales, primero y segundo, que tratan de dar la visión básica de la medicina, “lo que pasa si todo funciona correctamente”.

Tras la Declaración de Granada y la entrada del Plan Bolonia, la ANECA recomienda la enseñanza basada en competencias (EBC). Marca entonces unas competencias generales, que se deberían de adquirir en cualquier grado, y unas competencias específicas del grado de medicina, las cuales se deben adquirir de manera simultánea y progresiva.

La estructura de adquisición de conocimientos y competencias propuesta por la ANECA tiene por referencia los principios del proyecto Tuning (“saber y entender, saber cómo actuar, y saber ser”) y también los trabajos de Miller, que plantea la consecución de las competencias de forma piramidal, se empieza por el “saber”, luego “saber cómo”, después hay que “demostrar cómo”, y finalmente, en la cúspide, está el “hacer”.

Los actuales métodos de evaluación que se tienen en el grado actualmente evalúan esas competencias según la pirámide de Miller. Tenemos los típicos exámenes teóricos, la resolución de casos clínicos, la realización de portafolios, el mini-CEX con la observación directa del alumno en la realización de las rotaciones, y la ECOE. En cuanto a las prácticas en sí, se plantean ya en los denominados cursos clínicos, es decir, cuarto, quinto y sexto, y hay una especie de transición en tercero, que es curso preclínico. En estos cursos, el estudiante va a pasar del “saber” al “hacer”.

Todo esto es la teoría, pero, ¿de qué manera los estudiantes de Medicina de España adquieren estas competencias? Es decir, ¿cuál es el papel del estudiante de Medicina en un hospital universitario español? Pues digamos que bastante heterogéneo. De primeras, dependiendo de la facultad, la práctica clínica es una asignatura independiente, mientras que en otras está dentro de la asignatura de la especialidad. También se difiere en cuanto al objetivo: en algunas se prefiere rotar por todas las especialidades durante poco tiempo, y en otras por servicios limitados por curso pero durante más tiempo, para que el estudiante se incluya de manera más duradera en la mecánica del servicio.

En cuanto a las responsabilidades, vuelven a ser muy dispares, variando entre hospitales y entre los propios médicos del mismo servicio. Pueden pedirte una máxima implicación o darte muy poco margen de maniobra, lo que puede dificultar la adquisición de las competencias, que muchas veces se complementan con entrenamiento en aula de habilidades, sobre todo en las partes más prácticas. También, por supuesto, está lo que está dispuesto a dar el alumno, la participación e implicación en sus prácticas.

Por tanto, como resumen, vemos que hay un marco teórico que debería de ser homogéneo, pero que luego su aplicación es complicada y diferente dependiendo de facultades, hospitales, servicios e incluso médicos. Esto en España, ¿pero en otros países? La información que sigue se ha obtenido de compañeros Erasmus que han estado en estos países.

Francia: el papel del estudiante en Francia es bastante diferente al de España en contexto de responsabilidad. A partir de cuarto curso se le considera al estudiante “externo”. Siempre tiene que haber en el servicio un externo, de tal manera que un estudiante puede tener “trabajo” un fin de semana separado de las “guardias” que se pueden tener aquí en España. Tiene a su cargo una serie de pacientes (3-4) y es el encargado de hacer la primera historia clínica del paciente y de pasarla a la historia electrónica, la cual será posteriormente corregida por el interno. También se encarga de sacar sangre, punciones de líquido ascítico, pedir pruebas,… Todo este trabajo por parte del estudiante estará remunerado con un sueldo fijo por trimestre al que se le pueden añadir extras por guardias realizadas, es decir, como si fuera un residente, pero con un sueldo de menor cuantía. En cirugía hacen el papel de ayudante.

Alemania: es similar al sistema francés. Hacen también las historias, las pruebas complementarias como análisis de sangre, electros, etc. No cobran como los alumnos franceses, pero sí que tienen una serie de plazas en cirugía por la tarde en las que “hacen de residentes” y tienen una cierta remuneración. No hacen portafolios ni mini-CEX.

Inglaterra: es más parecido al sistema español. La asignación de tareas es similar, y también varía entre servicios, hospitales y facultades. Se hace mucho énfasis en el aula de habilidades. Ahora bien, su grado a partir de cuarto es fundamentalmente práctico, cuando digamos que aquí en España es mitad teórico y mitad práctico, y sexto en casi todas las facultades ya es exclusivamente rotatorio.
..Delegación de alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, CEEM. e-revista de AMYTS

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en