Denis Mukwege, el ‘doctor milagro’ que ha atendido a más de 40.000 mujeres víctimas de violencia sexual

El Parlamento Europeo entregaba el pasado miércoles 26 de noviembre en Estrasburgo el premio ‘Sájarov’ a la Libertad de Conciencia al ginecólogo congoleño Denis Mukwege. Con la entrega de este galardón se reconocía su lucha por proteger a las víctimas de las violaciones. Mukwege, que se imponía a la asamblea Euromaidán en Ucrania, y a una activista por los derechos humanos de Azerbaiyán, estuvo acompañado por su mujer y por una delegación  africana.

Durante su discurso, frases como “el cuerpo de la mujer se ha convertido en un campo de batalla y las violaciones en un arma de guerra. Las consecuencias son múltiples y tiene un impacto sobre el conjunto de la sociedad”, o que “para mí cada mujer violada es como si fuera mi mujer, cada madre violada, es como si fuera mi madre y cada niño, como si fuera mi hijo”, provocó los aplausos de los eurodiputados y que fuese interrumpido en ocasiones.

Una vida dedicada a proteger a las víctimas de la violencia sexual
Denis Mukwege, o el ‘doctor milagro’ como le llaman en África, nació en Bukavu (República Democrática del Congo) en 1955. Tras estudiar Medicina en Burundi y Francia, fundó el servicio de ginecología del hospital de Lemera, en la parte oriental de la República Democrática del Congo, que sería destruido en 1996 con el estallido de la guerra en el país.

La contienda bélica en la que se sumió el país, le obligó a regresar a Bukavu, donde construyó un hospital a partir de tiendas de campaña. El centro, que contaba con un pabellón de maternidad y un quirófano, acabó siendo derruido en la segunda guerra del Congo en 1998.

Si hay un lugar en el mundo en el que las desgracias se multiplican por 1000, sin duda que es África, y es que a pesar de los varapalos que Mukwege recibía, en vez de acabar con su brega y motivación, le hicieron más fuerte; así, finalmente acabaría abriendo su sanatorio de Panzi en 1999 después de trabajar durante muchas horas y formar a sus empleados en la atención a mujeres víctimas de violaciones de soldados. A día de hoy, desde su apertura, cuando atendió a la primera víctima de violación que presentaba heridas de bala en sus genitales y muslos, este hospital ha atendido a más de 40.000 mujeres y también a niñas y niños.

El 70% de las pacientes del equipo que dirige Mukwege han sufrido violaciones salvajes. Muchas de ellas están infectadas de sida y la mayoría no podrá volver a tener hijos. En el Hospital Panzi aseguran que todo trabajo que hacen no tiene otro objetivo que poder sanarlas y reconciliarlas con la vida, y es que facilita atención psicológica y física a las mujeres y después las ayuda a desarrollar nuevas habilidades para vivir en el caso de las adultas, y a que vuelvan a la escuela a las niñas. Además presta asesoramiento jurídico para que puedan emprender acciones judiciales contra sus agresores, e incluso ha puesto en marcha programas de ayuda a través de la distribución de microcréditos. En 2013, el hospital Panzi tenía un presupuesto de poco más de tres millones de dólares y cerca de 400 empleados.

Mukwege fue víctima de la violencia en 2012
El propio Mukwege fue víctima de la violencia en 2012, cuando su domicilio fue asaltado por cuatro hombres armados que retuvieron a sus hijas a punta de pistola. Durante el asalto su guardaespaldas falleció,  y  Mukwege pudo escapar con su familia a Suecia y Bélgica.

El 14 de febrero de 2013 regresaba a la República Democrática del Congo cuando un grupo de mujeres que viven con menos de un dólar al día reunieron fondos para comprarle el billete de vuelta. En la actualidad vive en el Hospital de Panzi, del que es director.

Denis Mukwege suma el premio ‘Sajarov’ a una larga lista de galardones, y es que fue candidato al Nobel de la paz en 2009 (fue finalmente para Obama); ese mismo año fue nombrado Africano del Año y recogió el ‘Olof Palme’.Atesora el reconocimiento especial de la República de Francia a los Derechos Humanos (2007), el de las Naciones Unidas (2008) y varios nombramientos doctor honoris causa, entre ellos, los de la Universidad de Medicina de Suecia y la de Michigan en Estados Unidos.

Como dijo Martin Schulz, el presidente del Parlamento Europeo al entregarle el premio, Mukwege ha ayudado “a miles de mujeres y niños a sanar sus cuerpos y almas”. En ese instante, a miles de kilómetros de Estrasburgo, en el jardín del Hospital Panzi, las pacientes y supervivientes curadas gracias al ‘doctor milagro’ celebraban cantando y bailando este reconocimiento. Para ellas es su ángel de la guarda.
..Emilio Ramirez

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