El 40% de la población mundial no tienen cobertura sanitaria, porcentaje que crece hasta el 80% en países de América, Asia, y África Occidental

El pasado viernes 12 de diciembre se celebró el Día Mundial de la Cobertura Sanitaria Universal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial (BM) son los “mecenas” de esta celebración, que pretenden que sea el eje prioritario sobre el que gire la salud mundial en los próximos años.

Sin embargo, si se pretende conseguir tal objetivo, mucho debe cambiar las cosas para que la cobertura sanitaria sea universal, y es que la situación actual refleja las grandes diferencias que hay a nivel mundial.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el 40% de la población mundial no tienen cobertura sanitaria, un porcentaje que crece hasta el 80% en 44 países de América, Asia, pero sobre todo en el continente africano y en zonas rurales.

La región con más derecho a la salud es Europa Occidental (99,7%), seguida de Europa Central y Oriental (91,6%), América del Norte (85,6%), América Latina y el Caribe (81,7%), Oriente Medio (72,9%); mientras que Asia y el Pacífico (58%), África del Norte (55,2%) y África Subsahariana (17%) son los que menos.

El estudio muestra que el 56% de la población mundial que vive en las zonas rurales no tiene cobertura de la protección de la salud, en comparación con el 22% de la población urbana.

Estos datos figuran en el informe ‘Superar la crisis global de la salud: políticas universales de protección de la salud’, hecho público por la OIT con motivo del Día Mundial por la Cobertura Sanitaria Universal.

Los organismos deben ser flexibles para que el mundo tenga acceso a la sanidad
Vivian Lin, director de sistemas de salud de la OMS, con motivo del  Día Mundial de la Cobertura Sanitaria Universal, declaró a la revista ‘The Lancet’ que sí “la propuesta es asegurar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas de todas las edades”, y por tanto que la cobertura sanitaria sea universal, “los organismos deben ser flexibles para que todos el mundo pueda tener acceso a la sanidad”.

¿Quién tiene derecho a exigir salud?; ¿Qué pasa con la calidad de la atención?, y ¿Cómo podemos avanzar hacia la equidad e incluir a las poblaciones más vulnerables?, tres preguntas que planteó ‘The Lancet’, y que junto a  Lin respondieron.

Respecto a la primera cuestión, ‘The Lancet’ considera que la respuesta es que todo el mundo tiene derecho a exigir salud, y es que partiendo de esa premisa es cuando adquiere sentido que se necesita sí o sí de una firme voluntad política y social para que se pueda cumplir. Para ello, es vital establecer la salud como prioritaria en todas las acciones políticas de los gobiernos.

La segunda pregunta, como explica Lin, carece de sentido el “tener una cobertura del 100% si la gente muere en el hospital debido a la mala calidad de la atención que recibe”; al respecto, defiende la idea de que la experiencia del paciente es un criterio fundamental en la evaluación de la calidad de la atención.

Por último, la tercera cuestión, y según los datos mencionados anteriormente de la OIT, para responderla se puede caer en una cierta utopía en estos momentos. Las crisis humanitarias como guerras, un desastre natural, o actualmente el peor brote de ébola de la historia que desde el pasado 22 de marzo está devastando África Occidental, hace difícil poder avanzar hacia la equidad e incluir a las poblaciones más vulnerables.
..Emilio Ramirez

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