El informe señala que en España cada año entre 5.000 y 10.000 personas padecen intoxicación por monóxido de carbono (CO), con un una media de 125 muertes anuales, siendo más comunes durante los meses de invierno por el uso doméstico de hornos, estufas de gas, calentadores y chimeneas de leña en situaciones de funcionamiento subóptimo o utilizados en espacios mal ventilados. “En muchas ocasiones, las cifras elevadas de COHb pueden atribuirse al consumo de tabaco. Aunque en otros casos, pueden ser secundarias a la inhalación de CO en el domicilio o el entorno laboral del individuo”, explica la doctora Herminia Buchelli, neumóloga de la Separ y autora principal del estudio “Niveles elevados de carboxihemoglobina: fuentes de exposición a monóxido de carbono”, publicado en la revista Archivos de Bronconeumología. El análisis afirma que la exposición prolongada aunque sea a bajos niveles de CO puede tener efectos adversos, especialmente cardiovasculares y neurológicos. (Médicos y Pacientes)