Reducir complicaciones graves, gran baza de la antineumocócica

La vacuna trecevalente antineumocócica (PCV13) logra la protección directa en el 80 por ciento de los niños y “reduce la enfermedad neumocócica en los padres y, sobre todo, en los abuelos de los niños. Vacunando al menor, se protege sobre todo al anciano”, destaca el pediatra Federico Martinón-Torres, de la Unidad de Investigación en Vacunas del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. Tras su participación en la VIII Reunión Anual de Expertos en vacunación antineumocócica, organizada por la compañía Pfizer, añade que para obtener ese efecto “son necesarias coberturas muy altas, superiores al 75 por ciento, y mantenidas en el tiempo. En estas condiciones se ha comprobado en los países que vacunan desde hace años contra el neumococo que los beneficios indirectos derivados de la protección del adulto son tres veces superiores a los de la protección directa en el niño”. Flecos por resolver . Martinón-Torres ha participado en un programa piloto de vacunación frente al neumococo desarrollado en Galicia, que “ha prevenido mucha patología, lo que ha supuesto un ahorro sanitario de unos cuatro millones de euros en los dos primeros años. Además, los resultados han sustentado la decisión del Consejo Interterritorial del SNS de incluir a partir de 2015 la vacuna contra el neumococo en el calendario vacunal infantil”, aunque todavía falta por determinar qué preparado se empleará: la conjugada de 10 serotipos o la trecevalente.
(Diario Médico)

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