Tras superar un cáncer de mama, muchas pacientes que han recibido sesiones de radioterapia tras la cirugía se enfrentan a un riesgo a largo plazo de sufrir problemas cardiacos debido a los efectos secundarios de la irradiación en el corazón. De hecho, según la Sociedad Americana del Corazón, la radioterapia convencional dirigida a la mama puede acabar causando problemas como el endurecimiento de las arterias coronarias (aumentando el riesgo de infarto), daños en las válvulas cardiacas o incluso arritmias. “Todo esto supone que, en muchos casos, el mayor riesgo de mortalidad en el futuro de las pacientes que han superado un cáncer de mama venga provocado más por estos efectos secundarios sobre el corazón que por el riesgo de recidiva del cáncer”, según destaca la doctora Rosa Meiriño, especialista de la Unidad de Oncología Radioterápica de la Clínica La Luz. (El Médico Interactivo)