El tratamiento del ictus agudo tal y como está ahora planteado puede experimentar un cambio importante a raíz de los estudios científicos que acaban de presentarse en la Conferencia Internacional sobre Ictus, en Nashville. La trombólisis intravenosa (tratamiento trombolítico con t-PA), hasta el momento la única terapia probada para el ictus isquémico, plantea límites temporales, pues debe administrarse en las cuatro horas y media posteriores a los síntomas, así como en la recuperación funcional obtenida. La terapia endovascular del ictus, que viene empleándose desde hace años, recibe ahora el aval científico, lo que en la práctica supondrá un cambio en la organización del abordaje del ictus. Desde la ciudad estadounidense, Antoni Dávalos, director del Área de Neurociencias del Hospital Germans Trias i Pujol (Badonala), comenta a DM que “hemos pasado de tener sólo un tratamiento farmacológico, que en las mejores condiciones consigue la recuperación funcional (capacidad para vivir de forma independiente) en un 29-40 por ciento de los casos, al 53-71 por ciento con la trombectomía mecánica”. (Diario Médico)