Entre 1.500 y 2.000 licenciados en Medicina se encuentran en una especie de limbo que les impide ejercer en la sanidad pública. Son aquellos que no han logrado una plaza en el examen de Médico Interno Residente (MIR). En los últimos años ha comenzado a generarse una bolsa como consecuencia del incremento de aspirantes y el descenso de la oferta de formación especializada. En 2015 se presentaron a esta prueba 12.199 personas, de las que 8.730 eran licenciados españoles. A esta última cantidad se le restan los 5.787 egresados de las facultades de Medicina en 2014, según las estimaciones del portal MIR Entrelazados. De los casi 3.000 profesionales que quedan se eliminaría un tercio que, según CESM, representan los médicos que optan por las reespecialización, los recirculantes, así como los que deciden marcharse al extranjero. (Gaceta Médica)