La jurisprudencia es cada vez más exigente con el derecho del paciente a ser informado por el médico de todos los riesgos y complicaciones que puede tener un acto quirúrgico o cualquier otra prueba que no sea invasiva. Los tribunales recuerdan que es fundamental acreditar en la historia clínica que se ha informado de forma verbal o escrita, con independencia de que el enfermo tenga conocimientos sanitarios o no. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado a la Administración autonómica a pagar una indemnización a los familiares de un paciente por “no constar que ha sido informado por escrito de los riesgos, complicaciones y alternativas respecto al tratamiento de quimioterapia al que fue sometido”. La sentencia resalta que “a la vista de la profesión de ATS del paciente no cabe deducir que tuviese conocimiento pleno del tratamiento que iba a recibir”. Por tanto, “su propia cualificación profesional” no exime a la entidad gestora de informar al enfermo. En enero de 2009, el paciente acudió a Urgencias de un hospital madrileño aquejado de mareos con sensación de giro de objetos. Se diagnosticó vértigo posicional paroxístico benigno. Entre febrero y agosto de ese año acudió en 11 ocasiones a la consulta del otorrino refiriendo inestabilidad y sensación de taponamiento del oído derecho. En abril se le hizo una resonancia magnética sin contraste y no se apreciaron alteraciones de interés. (Diario Médico)