Un médico de Familia recibe una alerta en su ordenador: una de sus pacientes, hipertensa, lleva varios días con una descompensación preocupante en su tensión arterial, por lo que decide ajustar su medicación. La diferencia de este ejemplo con un caso real está en que el médico y la paciente no se han visto en mucho tiempo. La alerta ha llegado hasta la consulta gracias a un algoritmo que trabaja con los datos que el tensiómetro que la paciente tiene en su casa envía por bluetooth a un dispositivo móvil -un teléfono o una tableta, por ejemplo- que, a su vez, los vuelca en el sistema de información de atención primaria. Este ideal modelo de comunicación y asistencia se basa en la capacidad de los objetos cotidianos de conectarse entre sí, intercambiar datos y procesarlos. Es lo que se denomina internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) o comunicación de máquina a máquina (M2M), y puede cambiar radicalmente tanto la forma de prestar atención sanitaria como su coste y calidad. (Diario Médico)