Las empresas de servicios de transporte sanitario continuán sufriendo los efectos de la crisis. El año pasado el sector facturó 1.107 millones de euros, un 1,7 por ciento menos que el año anterior, según un estudio de la consultora DBK. Dentro de esta tendencia negativa, las cifras de 2014 suponen una ralentización con respecto a 2012 y 2013 cuando el mercado experimentó caídas del 3,7 y el 2,1 por ciento, respectivamente. Este ejercicio podría suponer un cambio en la evolución del transporte sanitario. Según la estimaciones, los ingresos del sector se estancarían este año para comenzar una suave recuperación en 2016, cuando el gasto público comience a resultar más palpable. Esta caída de la facturación ha venido acompañada del cierre de empresas y de un proceso de concentración desde el comienzo de la crisis económica. (Gaceta Médica)