El Grupo de Telemedicina y eSalud de la Universidad de Valladolid ha llevado a cabo un estudio, publicado en la revista Journal of Medical Systems, que demuestra que no hay protección suficiente en cuanto a la privacidad y la seguridad. Según lo ha reconocido Borja Martínez, investigador principal de este trabajo, este peligro se atribuye muchas veces al “afán” de los desarrolladores de publicarlas “antes que el resto”. Hoy en día existen unas 100.000 apps de salud en el mercado para iOS y Android. En España, hasta un tercio de los usuarios de smartphones ya se ha instalado aplicaciones del estilo, según un informe reciente. Sin embargo, ha añadido Martínez, un tratamiento poco seguro de los datos clínicos y médicos que se manejan puede resultar “especialmente crítico” para los usuarios. El principal riesgo radica en que un intruso pueda hacerse con información médica personal de otro individuo “o, lo que es peor, la modifique”. De este modo, si una app guarda historiales médicos electrónicos y una tercera persona, ajena a la aplicación, accediese a la información almacenada y cambiara algún dato de un paciente, como quitar alguna alergia a cierto medicamento, “podría poner en juego la vida de esa persona llegado el caso”. (Con Salud)