El cloro, un desinfectante de uso común en la mayoría de las plantas de tratamiento de aguas residuales, puede estar fallando a la hora de eliminar por completo los productos farmacéuticos de los residuos, de forma que trazas de estas sustancias se liberan desde las plantas a las vías fluviales de Estados Unidos. Ahora, científicos informan de estudios preliminares que muestran que el tratamiento con cloro puede estimular la formación de nuevos antibióticos desconocidos que también podrían entrar en el medio ambiente, contribuyendo al creciente problema de la resistencia a los antibióticos. La investigación, cuyos resultados se publican en la 249 Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Americana de Química (ACS, por sus siglas en inglés), sugiere que es necesaria una nueva evaluación de las prácticas de tratamiento de aguas residuales y de desinfección. “Los productos farmacéuticos que quedan en el medio ambiente pueden dañar la vida acuática, reaccionando lentamente en el medio silvestre e interrumpiendo los sistemas hormonales de las especies”, señala Olya Keen, de la Universidad de Carolina del Norte, en Charlotte, Estados Unidos. (La Información)