El 23 de marzo de 2014 la Organización Mundial de la Salud declaraba oficialmente el mayor brote de ébola de la historia – una enfermedad de la que ya se sabía 40 años atrás- . Ese día se registraban 49 casos y 29 muertes por la enfermedad, muy lejos de los más de 1.000 casos que se registraban meses después, en noviembre y diciembre, y de las más de 10.000 muertes que ha dejado ya el ébola. “En este momento la situación está mejor, lo que no significa que esté controlada del todo”, explica el vocal de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo, José Félix Hoyo, quien teme que un año después la situación parezca menos dramática a ojos de la sociedad. “Las epidemias no se acaban solas, y por olvidarlas no mejoran, y ésta mucho menos”, advierte a Europa Press. Ahora se están registrando alrededor de 100 casos -fundamentalmente en la frontera de Guinea Conakry y Sierra Leona-, aunque el dato puede variar de una semana a otra. Pero la epidemia no termina ahí, porque como alertan las organizaciones que trabajan sobre el terreno, hay que estar muy pendiente de todos los departamentos fronterizos ya que, de vez en cuando, “algún otro caso que se desplaza a otros departamento del país, de la misma manera que se desplazaron al principio de la epidemia”. (La Información)