Publicaciones científicas como el British Medical Journal y blogs influyentes como el de Kevin MD se están haciendo eco de un nuevo tipo de incidencia: médicos que descubren que el paciente ha grabado la consulta sin informarles previamente. “No se sabe con qué frecuencia ocurre, pero la difusión de los teléfonos inteligentes, que facilitan la grabación con sólo apretar un botón, lo hace cada vez más fácil. En Estados Unidos, el 83 por ciento de los adultos usa un smartphone”, señala en JAMA Ali Seifi, neurocirujano y profesor del Departamento de Neurocirugía del Centro de Ciencias de la Salud San Antonio, de la Universidad de Texas. En España, los teléfonos inteligentes suponen el 81por ciento del parque móvil total, con 23 millones de usuarios activos. ¿Se trata de una práctica legal? Sí, responde Seifi, que firma el artículo junto a su colega Michelle Rodríguez, jurista y doctora en Medicina en el mismo centro. “La normativa federal prohíbe grabar conversaciones, salvo que una de las partes consienta”, de modo que el paciente no necesita del visto bueno del médico para hacerlo. (Diario Médico)