Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los especialistas al abordar el trastorno bipolar es su dificultad de diagnóstico. En concreto, tarda hasta cinco años en producirse, debido a que se suele confundir con otras enfermedades. Según los especialistas, más del 30% de los pacientes que padecen la patología suelen obtener un diagnóstico de depresión, lo que tiene como consecuencia que reciban un tratamiento inadecuado, además de la demora en la puesta en marcha de medidas psicofarmacológicas y psicoterapéuticas adecuadas. Todo esto deriva en un peor pronóstico y graves complicaciones psicosociales. El 30 de marzo de este año es la primera vez que se celebra el Día Mundial del Trastorno Bipolar. Los expertos recuerdan con motivo de esta cita que casi la mitad de las personas que padecen la enfermedad no están diagnosticadas. También, casi el 35% de los que sufren la patología han permanecido más de diez años con síntomas sin saber que la tenían. (Con Salud)