Mario Cortés lleva 25 años conviviendo con el virus de la Hepatitis C y, después de un tratamiento de quimioterapia con Interferon y ribavirina que le ha afectado a los pulmones y le ha dejado asma como secuela, con un 47% de minusvalía, el virus le sigue avanzando. Se encuentra en fase dos, a la espera, como otros tantos afectados, del tratamiento con el famoso sofosbuvir porque “no quiero que la enfermedad me siga avanzando y me quiero curar ya”. Desde que decidió hacer público su caso, muchos afectados le llamaron y así surgió lo que hoy es la Plataforma de Afectados por Hepatitis C, que agrupa a más de 15.000 personas, entre afectados y familiares, que reclaman lo que consideran que es su derecho a la sanidad pública y a los tratamientos necesarios para todos los enfermos y piden que “cualquier enfermo que tenga lesión en el hígado sea tratado”. ¿Cómo es su día a día como enfermo?. Mi día a día es el de una persona normal. Trabajo como vigilante nocturno en una empresa; me cuido la alimentación y sigo todos los consejos que nos dan para favorecer que el hígado no se deteriore más rápidamente, pero vivo con la terrible carga psicológica que es saber que tengo un virus que sigue avanzando y, sobre todo, con la terrible indignación que siento al saber que hay una medicación que me puede curar en tres meses y que siguen negándomela. (Médicos y Pacientes)