Un estudio publicado en Journal of General Physiology descubre una manera no convencional en la que serotonina se relaciona con las neuronas que podría jugar un papel clave en el mecanismo a través del cual actúan los medicamentos antidepresivos. La serotonina es una sustancia química del cerebro que juega un papel clave en varias emociones y comportamientos. Como otros neurotransmisores, que transmiten señales entre neuronas, la serotonina es almacenada en vesículas en las terminaciones presinápticas neuronales y liberadas en la sinapsis en respuesta a las funciones neuronales para estimular a los receptores neuronales postsinánticos. La ambivalencia de la serotonina es generalmente conocida por contribuir a la depresión. Los inhibidores selectivos para la recaptación de serotonina (ISRS) son una clase de antidepresivos que aumentan los niveles extracelulares de serotonina para prevenir su recaptación por las neuronas. Sin embargo, uno de los mayores inconvenientes de los ISRS son los efectos retardados. Un factor que contribuye al retraso parece ser la segregación de neuronas serotoninérgicas es en sí misma supresora por la serotonina extracelular, que actúa como un inhibidor neuronal “autoreceptor” en el proceso de autoinhibición. De este modo, los ISRS -que están destinados a aumentar las señales de serotonina- pueden realmente inicialmente desacelerar el proceso terapéutico. (Diario Médico)