La Unión Europea es consciente de la necesidad de introducir mecanismos de compensación dirigidos a los estados miembro que realizan una gran inversión en la formación de profesionales sanitarios que, finalmente, terminan exportando, como es el caso de España. Según ha explicado a este periódico Soledad Cabezón, cardióloga y eurodiputada socialista, esta fue una de las principales novedades en el debate sobre la movilidad de los profesionales sanitarios que el pasado martes irrumpió en el Parlamento Europeo, en el marco de una jornada sobre la aplicación del Código de Buenas Prácticas de la Organización Mundial de la Salud para el reclutamiento internacional de personal sanitario en el contexto europeo organizada, entre otras instituciones, por la Alianza Europea de Salud Pública (Epha, por sus siglas en inglés). Cabezón, la única española entre los ponentes, indica que esta reflexión fue planteada por los representantes de la comisión, que barajan propuestas como la posibilidad de hacer uso de la política de cohesión de la Unión Europea, en la línea de otros sectores, o de los fondos estructurales. (Gaceta Médica)