El médico que trabaja en el sistema sanitario público se expone a perder, de media, entre un 30 y un 40 por ciento de poder adquisitivo una vez que se jubila. Es decir, que aquellos profesionales que en la actualidad cobran cerca de los 4.500 euros brutos al mes, pasarán a recibir 2.500 euros brutos al mes, según las estimaciones de Vicente Matas, vocal nacional de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial (OMC). Esta merma se debe, tal y como indica a Redacción Médica, a que la base de cotización del facultativo se ha fijado este año en torno a los 3.000 euros mensuales para percibir la pensión máxima, y todo aquel que complemente su trabajo en el SNS con otras actividades como las guardias o consultas privadas, se pasará de esa base de cotización, por lo que el dinero de más no le repercutirá en la futura pensión, sino en pagar más impuestos a Hacienda, como el IRPF. (Redacción Médica)