Una molécula importante en la formación de vasos sanguíneos y el cableado del cerebro es también esencial para el inicio de la pubertad, según ha descubierto una nueva investigación liderada por la ‘University College de Londres’ (UCL), en Reino Unido, y la Universidad de Milán, en Italia. Los investigadores encontraron que un fallo genético impedía a esta molécula, llamada SEMA3E, funcionar correctamente en dos hermanos con síndrome de Kallman, una enfermedad hereditaria que impide a las personas entrar en la pubertad o ser capaces de oler. Entonces, analizaron ratones sin SEMA3E para ver cómo su pérdida afecta al desarrollo. SEMA3E protege las células nerviosas que regulan la reproducción sexual. Estas células nerviosas crecen en la nariz de los fetos en desarrollo y luego migran al cerebro donde producen la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), que es necesaria para estimular la pubertad. La investigación demostró que estas células nerviosas productoras de GnRH no podían sobrevivir a la migración sin SEMA3E para protegerlos. (La Información)