La Organización Mundial de la Salud ha adoptado la recomendación del Comité de Examen del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de prorrogar la fecha límite para la aplicación de dicho Reglamento a 2016, al haber países que necesitan disponer de más tiempo. La recomendación también resalta la importancia de asegurar un proceso de evaluación y perfeccionamiento dinámico y continuo, así como el valor de la evaluación independiente. El brote de ébola registrado en fecha reciente ha puesto de manifiesto lo importante que es que todos los países cuenten con “sólidas capacidades” para una rápida acción de detección, respuesta y prevención de amenazas mundiales para la salud pública, entre ellas los brotes epidémicos. De hecho, el Reglamento Sanitario Internacional (2005), obliga a todos los estados miembros a estar dotados de este tipo de capacidades. Sin embargo, en el encuentro sólo una tercera parte de los países (64), han confirmado haber alcanzado los requisitos mínimos en 2014. En este sentido, se ha reconocido el “importante papel” desempeñado por la OMS en esta esfera, mediante la facilitación de conocimientos especializados y orientación para ayudar a los países a mejorar los sistemas de vigilancia y los servicios de laboratorio, instaurar sistemas de pronta alerta y respuesta y capacitar a los trabajadores sanitarios para poder manejar amenazas importantes de salud pública. (Médicos y Pacientes)