Las cesáreas en las clínicas privadas suponen del 30% al 40% del total de los partos que se llevan a cabo en estos centros. Sin embargo, los especialistas aconsejan que esta tasa no sea superior al 20%. De hecho, recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que los partos por cesárea no excedan del 15%, es decir, sólo cuando el proceso del parto no pueda desarrollarse de manera natural. En los hospitales públicos esta práctica se realiza hasta en un 25% de los nacimientos. En declaraciones del jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Luis Ortiz a ConSalud.es, en la privada el número de cesáreas “es sensiblemente mayor”, debido a las diferencias en el modelo de atención al parto. “En la privada la organización es diferente, o sea, el parto recae sobre un único equipo, por no decir una única persona, por lo que es muy complicado que se mantenga una asistencia continuada durante un día o dos”, explica el especialista. De este modo, si en las primeras 24 horas no se logra conseguir que la paciente se ponga de parto, se le acaba practicando la cesárea por fracaso de inducción. “Nosotros podemos permitirnos el lujo, por así decirlo, de hacer una inducción de un parto compleja que se prolonga en el tiempo. En la pública casi no tenemos estos fracasos porque renovamos el equipo”, señala el doctor Luis Ortiz. (Con Salud)