Cuenta El Porvenir de Castilla-La Mancha que la privatización encubierta del nuevo Hospital de Toledo, que llevó a cabo el Gobierno de Cospedal con la adjudicación mediante un modelo de gestión privada del reinicio de las obras, a dos meses de las elecciones y tras haber paralizado su construcción hace tres años y medio, puede venirse abajo con la pérdida de la mayoría absoluta del PP en las elecciones del pasado domingo y la posibilidad de un nuevo Ejecutivo encabezado por Emiliano García-Page si PSOE y Podemos alcanzan un acuerdo de gobernabilidad. De acuerdo con la información de El Porvenir, la construcción del hospital mediante el modelo elegido por Cospedal supondrá un sobrecoste para las arcas públicas castellano-manchegas de 525 millones y un beneficio asegurado para la concesionaria de 410 millones a fin de hacer un centro hospitalario más pequeño, con menos servicios, menos camas y un 70% de las habitaciones de uso doble. (Acta Sanitaria)