Representantes de las principales especialidades responsables de la atención del paciente anticoagulado han acordado una serie de compromisos para terminar con el mal control que sufre un tercio de éstos en España. En este documento también han participado asociaciones de pacientes, quienes están a favor de concienciar a la sociedad para el autocuidado y realizar un trabajo conjunto con los profesionales de la salud para evitar los riesgos de la fibrilación auricular. Identificar al paciente prioritario, aquel que se beneficiará más de un tratamiento con un anticoagulante de acción directa (ACOD), concienciar sobre las causas y consecuencias que supone sufrir un ictus (principal consecuencia de un mal control de la anticoagulación), así como la importancia de su prevención; y la detección del mal control del INR (valor que se utiliza en el seguimiento de los pacientes anticoagulados para medir la eficacia del tratamiento), son algunos de los compromisos generales, transversales y fundamentales que todo profesional implicado en la gestión del paciente anticoagulado (más de 800.000 pacientes en España) debe asumir desde su responsabilidad profesional para terminar con el mal control de más de un tercio de estos pacientes en el país. (El Médico Interactivo)